Toñi Vicente: "Un huevo frito en un momento dado puede ser maravilloso”
Toñi Vicente. Chef, recibe un homenaje en Tomiño
El Ayuntamiento de Tomiño ha rendido homenajea a la chef Toñi Vicente (Tomiño, 1953), “pionera en ponerle a la alta cocina rostro de mujer y que, a pesar de haber alcanzado el más alto prestigio, siempre tuvo muy presente a su tierra allí donde fue”, explica la alcaldesa, Sandra González. Toñi Vicente cuenta con una extensa trayectoria profesional. Se inició en la cocina con tan solo 7 años de la mano de su madre y junto a sus cinco hermanos y a su padre, gran maestro de ceremonias en el restaurante Casa Delmiro. En 1982 inauguró en Vigo el ‘Síbaris’ junto con su marido Camilo Pardo y no tardó en recoger numerosas distinciones, aunque no fue hasta 1989 cuando consiguió la primera estrella Michelín otorgada a un restaurante gallego. Una distinción que más tarde revalidaría en Santiago y que supuso un antes y un después en su fulgurante carrera donde sus platos estaban presentes en cenas y comidas para los presidentes de España, Portugal y Galicia, para el Premio Nobel Camilo José Cela, en cruceros de lujo... Entre sus importantes galardones figuran el primero Challenge Européen de la Gastronomie, la medalla de plata de Galicia, el Premio Nacional de Gastronomía como mejor jefa de cocina en el año 1997, Viguesa Distinguida o el Premio Galicia en Femenino en el apartado de creatividad en 2005. Actualmente, está retirada de los fogones y reside de nuevo en Tomiño, lo que le permitió reunir el tiempo necesario para preparar la publicación de su primer libro de recetas, ‘Mi cocina’.
Emocionada ante el homenaje.
Sobre todo me siento muy honrada y agradecida, supone una gran alegría contar con el cariño de mi gente.
Hay mucha tradición con la restauración en el Baixo Miño y más en Tomiño y A Guarda. ¿Cómo surgió su cocina innovadora?
Mis principios fueron en Tomiño en casa de mis padres, lo que me dio apertura para otras cosas. Mi madre era una cocinera clásica pero innovadora. De Tomiño me trasladé a Vigo con ese poso que había aprendido de mi madre y con mucha inquietud de la juventud, de hacer otras cosas. Cómo surgió no lo sé, fue algo que estaba dentro de uno, de las ganas que tengas, de la ilusión de querer saber más.
Usted recibió la primera estrella de Galicia, ¿cómo fue aquello?, porque era una auténtica revolución.
La estrella Michelín… no sé si revolucioné algo, era un poco todo, un momento especial. Tuve la suerte de participar en el campeonato de España y el europeo. No sé como lo hice, con muchas ganas y sudando mucho la camiseta y trabajando mucho y con un buen equipo. En Santiago teníamos las escuelas de hostelería y es importante, sin equipo no haces nada. Tuve esa suerte de rodearme de profesionales que estaban ahí.
Usted se adelantó a la moda de los chefs-estrella.
Adelantada a chefs estrella no creo, ya había mucha gente que hacía muchas cosas. Viajábamos bastante, hacíamos reuniones, con otros colegas, de Santiago, de Galicia, surgieron muchas cosas fue un momento revolucionario en la cocina, con la Nouvelle Cuisine, que ahora ya no nos dice nada. Pero ver qué hace otra gente es importante, una cocina no evoluciona si estás dentro, hay que ver cosas fuera, tener inquietud, es un compendio de todo eso.
¿Hay algún chef actual que le guste especialmente?
Me gustan muchos, Carmen Ruscalleda, Arzak, Subijana, hay muchos. Mucha gente joven que me parece que hacen cosas extraordinarias.
¿Cuál es su plato favorito?
No sabría, creo que es un momento y una circunstancia, un huevo frito en un momento dado puede ser maravilloso…. Tiene que ver con tu estado anímico. Recuerdo un plato con amargos, que te das cuenta de que el plato era fantástico, pero eso, lo hice en un momento dado. Tiene que ver con tu momento. Comiendo soy una persona a la que le gusta la cocina limpia, que cada cosa sepa lo que es, soy muy sencilla, me gusta todo, y las cosas bastantes simples. Luego disfrutas con un bocadillo de sardinas. Y sobre todo, qué bien se come en casa.
¿Su retirada de los restaurantes es definitiva o aún se lo piensa?
Es una profesión en que hay que dejar paso. Un restaurante es algo complejo. Hemos pasado la pandemia, y hay que quitarse el sombrero porque aguantar una situación así, donde estamos siempre hipotecados…. Y el personal que tienes detrás, es muy serio. Hice un libro de cocina, a lo mejor hago otro libro.
¿El mejor momento de su larga carrera?
Mis mejores momentos no sé, quizá los inicios y toda la trayectoria, luego hubo un gran bache, tremendo para mí, pero intento superarlo, aunque queda dentro, va en la mochila, la vida es así, con éxitos y fracasos.
Ha vuelto a Tomiño, ¿qué encuentra allí?
Tenemos el mejor producto, tenemos el río, buenos productos y una plaza buenísima, y al lado está A Guarda. El cultivo estaba más abandonado, pero tengo una huerta y es otro mundo, comerte una zanahoria, es otra cosa. Y en Tomiño también cuenta su situación geográfica.
Usted vivió y trabajó en Vigo muchos años e incluso es Viguesa Distinguida, ¿le queda algo de viguesa?
Me queda todo, de viguesa, de picheleira, de Santiago, y de mi tierra. Estaba ayer en Príncipe y se acercó un cámara para hacer una pregunta sobre la ciudad y se dio cuenta de que era yo, y me saludó con un cuánto tiempo sin verte. Llego a Vigo y conozco a mucha gente y eso siempre es muy agradable. En Vigo fueron mis comienzos, tuve la suerte de conocer gente fantástica, como Enrique Cambón, el decorador, que me ayudó. Llegué a Vigo, no conocía a nadie y encontrarte con gente ayuda a seguir.
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