La huella indiana se hace presente en las calles de Vigo
José Ramón Iglesias Veiga presenta hoy su libro que recoge la huella en la arquitectura que dejaron los retornados de América
¿Tiene Vigo huella indiana? ¿Existen edificios vinculados directamente con emigrantes retornados de América tras hacer fortuna? La respuesta de José Ramón Iglesias es afirmativa y así lo demuestra en s libro 'Arquitectura e indianos na cidade de Vigo', que hoy se presenta en la Casa del Libro a las 19.30 por el Instituto de Estudios Vigueses.
Iglesias recoge la contribución de los indianos a la creación del patrimonio arquitectónico del siglo XIX y primera mitad del XX en Vigo y ayuntamientos vecinos, que no desmerece, según el autor, de otros municipios gallegos y asturianos. Una hipótesis del libro es que no existió una arquitectura de 'estilo indiano' y por esa razón los inmuebles pasaron desapercibidos. Un ejemplo notable sería el caserón de la calle Areal que fue Rectorado, un palacete urbano construido por el indiano Fernando Carreras Guixeras. Muy cerca, otro ejemplo, el Bonín, 'magnífico ejemplo del suntuoso eclecticismo afrancesado característico del ensanche de la ciudad'. Otras muestra serían la casa de Cesáreo González, en la plaza de Portugal.
Para el autor también tuvieron un papel fundamental indianos en la conformación urbana, como el caso de Martínez Villoch, que hizo la primera barriada del ensanche en las calles Eduardo Iglesias, Progreso y Ronda. También García Barbón facilitó la realización de la Gran Vía con la cesión de tierras, aunque tardó años en desarrollarse. El libro, de 320 páginas, recorre estos aspectos.
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