Los sintecho de O Berbés: hombres y de 48 años de media

VIGO

El Concello trabaja ya en el desconfinamiento de estas personas para adaptar la salida a cada situación

ana fuentes. vigo

Publicado: 03 may 2020 - 01:53 Actualizado: 04 may 2020 - 03:12

El pabellón de O Berbés se abrió con 50 plazas para personas sin techo y está al completo.
El pabellón de O Berbés se abrió con 50 plazas para personas sin techo y está al completo.

El Concello de Vigo se ha volcado durante el estado de alarma en la atención de las personas más vulnerables. El alcalde señaló que las ayudas de emergencia se han multiplicado por tres pero que "nadie va a quedar abandonado en Vigo en esta crisis. No hay límite presupuestario para la política social". Algunos de los usuarios son viejos conocidos del sistema y se adaptan bien, pero otros son nuevos usuarios que se han visto sorprendidos en una situación que no esperaban y no aceptan.

Abel Caballero admitió estos días un cierto efecto llamada de los sin techo del área metropolitana de Vigo y lo confirma la concejala de Política Social, Yolanda Aguiar, “el perfil de albergues es muy volátil. Ellos se mueven de un municipio a otro en busca de recursos y ha habido efecto llamada del área metropolitana”, señala pero quiere subrayar que “el comportamiento está siendo ejemplar en los tres dispositivos que tenemos”, que son los albergues, hostales y pensiones y el pabellón de O Berbés.

En el Centro de Inclusión y Emergencia Social, que así se llama el albergue municipal de Marqués de Valterra, llevan confinados desde antes del estado de alarma, “sin salir y sin consumir y no hemos tenido ningún incidente ni altercado”, subraya Yolanda Aguiar. Allí cuentan con un programa de actividades, un equipo ha hecho un huerto, otro equipo se encarga del jardín, otro de la limpieza, otros hacen manualidades e incluso los hay que realizan tareas de mantenimiento y todos se apuntan a la sesión de cine por las tardes.

La novedad de este confinamiento ha sido el pabellón de O Berbés, donde pasan estos días 50 personas. El pabellón se ha divido en tres zonas, en la recepción se toma la temperatura y pasan a la unidad de higiene, donde van a la ducha y se les entrega ropa limpia y servicio de lavandería. De ahí a la zona donde van a dormir, con su camastro, kit de higiene y manta. Además hay una zona de ocio con una pequeña cafetería, donde desayunan comen y cenan, con máquinas de bebidas calientes para las que cuentan con fichas gratuitas. Por la tarde, cine.

A estas personas se les hace un seguimiento psicológico porque hay perfiles de personas consumidoras o con alguna patología de salud mental y un seguimiento de su toma de medicación. El 88,05% son hombres, el 65,67% de nacionalidad española y la siguiente es portuguesa. La media de edad es de 47,9 años y el más joven tiene 20 años.

La concejala de Política Social subraya que “en los tres dispositivos (albergue, O Berbés y hoteles y hostales) el comportamiento está siendo ejemplar. En el que menos incidentes hay es en el albergue porque los usuarios ya son conocidos y ya participaban en las rotaciones. En O Berbés, que son personas sin techo, ocupas o personas irregulares, muchos dormían a la intemperie o en cajeros automáticos, pensé que habría mayor nivel de conflicto, pero no ha habido ningún incidente serio”, precisa.

Sobre el futuro, el Concello tiene claro que O Berbés estará abierto hasta la nueva normalidad y los equipos ya trabajan en los perfiles de cada persona para su desescalada. En el albergue hay un cupo de personas que, por su comportamiento social y por su búsqueda de nuevas habilidades y ausencia de consumo, podrán pasar al piso básico, donde ya empiezan su transición a la vida autónoma. Algunos que están en el piso básico y ya habían accedido al mercado laboral pasarán al piso de transición a la vida autónoma.

En el caso de O Berbés hay un cupo que pasará al albergue y a las personas que tienen ingresos se les buscará una solución habitacional, “vamos a ayudarles a ir a un hostal o alquilar un piso”, explica la concejala que precisa que de hecho hay un grupo que ha congeniado y podría compartir piso.

Pero admite que va a haber un porcentaje que va a volver a la calle, casi siempre con adicciones no superadas y patologías, “pero no les vamos a dejar en la cuneta”, subraya.

En esta crisis el Concello no ha conseguir albergar a todo el mundo que está en la calle “porque hay personas que se han negado, pero con la unidad de calle les estamos llevando la comida y la cena a sus ubicaciones y un kit de higiene diario”.

Hay un nuevo usuario en servicios sociales que no asume su situación

Hay un nuevo perfil de usuario con el que se están encontrando los servicios sociales, el de trabajador en un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) que se encuentra con dificultades. Son personas que en general no asumen su situación y no saben cómo les ha podido pasar.

El Concello ha puesto en marcha una nueva aplicación informática donde va introduciendo a los usuarios y ahí pueden ver que hay un porcentaje de personas que son los usuarios habituales, perceptores de Risga y otras rentas de inserción y que ya estaban atendidos, y luego más de un 30% de perfiles de nuevos usuarios, autónomos y personas que trabajaban en sectores que se han visto muy afectados, como hostelería, la venta ambulante, que se dedicaban a la chatarra o cartón, que se han quedado sin actividad y sin ingresos de los que vivir.

Los servicios sociales del Concello trabajan con un equipo de trabajadoras sociales, técnicos de inclusión social y psicólogos y a esos nuevos perfiles ofrecen una actuación conjunta, también se les da asesoramiento jurídico. También se activa en algunos casos el programa de infancia y familia si hay menores en esas unidades familiares. n

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