Historia del ‘Drum & Bass’ en Vigo: vuelve Invasive Sessions

El colectivo vigués de música electrónica retoma su actividad musical el próximo 13 de diciembre tras 10 años en ‘stand-by’

Bruno Pérez, 'Bass Fiction', pinchando en una de las muchas fiestas celebradas en Vigo durante el 2015
Bruno Pérez, 'Bass Fiction', pinchando en una de las muchas fiestas celebradas en Vigo durante el 2015

La música electrónica encuentra en Vigo un espacio para su desarrollo. En ella, cientos de estilos diferentes convergen. Uno de ellos, el ‘Drum & Bass’ fue especialmente potente entre los años 2008 y 2012 con la presencia del colectivo Invasive Sessions, pioneros en Galicia. Este estilo, nacido en Inglaterra en los años 90 y característico por beats acelerados, elementos del reggae y graves muy potentes, creó una serie de adeptos a los eventos y fiestas que Invasive realizó por toda la ciudad, algunos de especial relevancia como la presencia en el Marisquiño de 2015. Pero una serie de circunstancias hizo desinflar el globo, hasta el punto de tomar la decisión de un parón indefinido. Diez años después, despiertan de su letargo con un evento en la sala Trax el próximo 13 de diciembre.

El colectivo inició su andadura de la mano de Daniel Domínguez y Miguel Ángel Reyes ‘Sly’, un referente de la cultura urbana en la ciudad y que falleció en 2022. “Lo conocí en las tiendas de discos y conectamos. Poco a poco me fue llevando por las mejores fiestas de ‘Drum & Bass’ de Portugal y de Londres, porque a él le gustaba tanto que hasta iba solo”, apuntó Domínguez. Gracias a su amistad mutua con Samu, dueño del bar La Farándula, comenzaron a pinchar para amigos y amantes de ese género de la música electrónica, en ese momento muy pocos. Ahí apareció Bruno Pérez, otro amante vigués del ‘Drum & Bass’ y dj conocido como Bass Fiction. “Eran unos eventos que comenzaron sin ninguna perspectiva. Solo para pasarlo bien”, señaló Pérez. La cultura musical de la que se había empapado Domínguez en tierras lusas, bastante más emergente que en Vigo, comenzó a dar sus frutos. Cada vez innovaron más; cada vez se sumaban más adeptos. Consiguió que figuras de talla europea compartiesen su música en la ciudad y su objetivo principal fue “traer a Vigo lo que me encontré en Portugal. Me voló la cabeza las primeras veces que fui”.

Ya había ciertos conatos de colectivos musicales en Vigo en los inicios de los 2000, sobre todo en el hip-hop. Algunos también derivaban hacia esa música electrónica con graves potentes y bases más aceleradas. “Hubo ya pinceladas, como en la sala Glin Glo, al lado de la estación de tren, que intentaron hacer un colectivo. Pero los primeros que comenzamos de forma contundente y con continuidad en Vigo y Galicia fuimos nosotros”, señaló Pérez. Luego, aparecieron otros tres más en la zona norte, en A Coruña, que siguieron la estela de Invasive y que continúan todavía en activo. Ellos fueron claves para que Invasive vuelva en 2025.

El colectivo creció a partir de 2012. Con ideas frescas, más profesionales. Llegaron a ser 40 personas entre productores musicales, djs y promotores. Realizaron hasta 52 sesiones en 2015, su culmen, y participaron en programas de Radio 3. Pero Domínguez puso rumbo a Málaga por motivos laborales. Allí, creo Invasive Andalucía, consiguió contactos internacionales y conoció otra perspectiva más potente del ‘Drum & Bass’: “Allí, había gente que se hacía cuatro horas de coche solo para ver una sesión”. Mientras, en Vigo se apagaba, e Invasive con él.

Con el regreso de Domínguez este año, toca “picar piedra” y engatusar al público más joven. Y lo harán con “sesiones más selectas, cada dos o tres meses, y artistas de talla mundial, que Galicia nunca tuvo”, derivados de los contactos de Domínguez. “Vengo con la mochila cargada, jugamos con nuestra antigüedad y la sabiduría. Hemos vuelto”, apuntó.

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