Hipsters sureños convencen en Castrelos

Dan Auerbach comenzó a cantar con la guitarra, acompañado por Patrick Carney, en la batería, y respaldados por su banda habitual. The Black Keys apostó fuerte y salió al escenario interpretando “Your touch”.

Envueltos en el ambiente de los conciertos de rock, exhibieron su estilo más característico en el que evolucionaron al sonido más sucio de garaje, pero sin renunciar al blues e incluso al soul, de una herencia sureña más allá de su procedencia.

Tras ese primer encuentro con el público vigués, siguieron con “Gold on the ceilling”, uno de sus grandes hits. Fue recibido por tímidos aplausos por un público entregado, pero discreto, que se fue calentando conforme avanzaba el concierto. Se comportaron muy a tono a los artistas que sin casi interrelacionar con los espectadores, apenas dirigieron unas palabras en inglés: “Gracias por haber venido. Somos una banda de Ohio”.

Ayer, en Castrelos no hubo acampadas, ni esperas multitudinarias de largas horas en las gradas. Sus seguidores sabían a lo que iban y llegaron poco a poco hasta completar el aforo. Los de Ohio hicieron un repaso por los grandes éxitos, con mayor presencia de singles de sus dos álbumes más aplaudidos, “Brother” y “El Camino”. Tocaron “Tighten up” o “Howlin´ for you”, dejando para la despedidas dos imprescindibles, “Little black soumarines” y “Lonely boy”. Pero también hubo momentos para presentar nuevos temas como adelanto de su próximo trabajo, “No rain, no flowers” como el tema homónimo. Auerbach, con gafas de sol, sintió cada nota que cantó pegado al micro. El grupo sonó bien y el respetable quedó satisfecho.

Junto a Jason Derulo que actuará el 3 de agosto, el de ayer fue considerado por muchos como el mejor concierto de la temporada en Castrelos, aunque no haya sido el de mayor afluencia. Con The Black Keys, el Concello cumplió con la asignatura pendiente en el parque, las actuaciones de rock. “El año pasado no hubo ninguna y muchos lo habéis pedido, aquí tenéis al mejor grupo del mundo”, aseguró el alcalde, Abel Caballero, en su intervención.