Las hijas de Bilbatúa: “Mi madre nos dijo perdonad pero no olvidéis”

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Marichu y Lele eran muy pequeñas (6 y 3 años) cuando fusilaron a su padre, Antonino Bilbatúa, de origen vasco y que llegó a Vigo como destino de telégrafos.

ana fuentes. vigo

Publicado: 28 ago 2019 - 01:03

Los cinco hijos de Antonino Bilbatúa poco después del asesinato de su padre, de negro, en una foto cedida por la familia.
Los cinco hijos de Antonino Bilbatúa poco después del asesinato de su padre, de negro, en una foto cedida por la familia.

Aquí conoció a una viguesa de la que se enamoró, Soledad. Tuvieron cuatro hijos y cuando lo asesinaron ella estaba embarazada.

Antonino Bilbatúa Zubeldia compaginaba su trabajo en telégrafos con el de profesor de Física y Mecánica en la Escuela de Peritos y de Física y Química en el Colegio María Auxiliadora. Presidente de la Casa del Pueblo de Vigo y elegido diputado del PSOE por Pontevedra en 1936 fue juzgado en consejo de guerra el 22 de agosto y condenado a muerte y fusilado el 27 de agosto de 1936 junto a su hermano Demetrio.

Así que la abuela materna de sus hijos, Josefa, que era maestra en Viana do Bolo se llevó a su hija y sus nietos. "Cuando mataron a mi padre dijeron que había que matar a todos para que no queda la semilla, así que nos fuimos", explica Marichu (María del Carmen), que con 90 años tiene una memoria envidiable y dice con orgullo que ella nació en la plaza de Portugal.

cinco vestidos negros

Recuerda que luego se fueron con su abuela a Cangas de Narcea y que allí les decían "roja vete para tu tierra". Busca en su memoria un episodio que les contó su madre: "Se presentó un vecino en la casa-escuela y le dijo a mi abuela que todo el mundo tenía la bandera de España en el balcón menos ella. Le respondió "ahora mismo la pongo" y colgó cinco vestidos negros. Nunca más la molestaron".

Con su padre Antonino fue fusilado aquella noche su tío Demetrio y días después su tío Luis. Su tía Margarita, hermana de ellos, emigró a México y allí reclamó a sus cuñadas y sobrinos.

Lele (Soledad como su madre) asegura que salimos con dignidad. Luchamos mucho, nos quedamos sin nada, pero en México encontramos gente que nos ayudó" y Maruchi añade que "pasamos hambre y de todo". Pero a pesar de todo subraya que su madre siempre les dijo "perdonad al que mató a vuestro padre, porque no hay que vivir con miedo, pero no olvidéis jamás". Ahora viven en Madrid y han venido a pasar unos días en Vigo. n

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