"Durante la guerra de Vietnam trabajé allí en un petrolero"

Cuatro décadas navegando por mares de todo el mundo y 87 años muy bien llevados a sus espaldas. El baionés José Rodríguez Freire será en esta ocasión el marinero veterano homenajeado por la Cofradía de Pescadores "La Anunciada" durante las Fiestas del Carmen, un tributo que, reconoce, le alegra especialmente.

"No me imagino haberme dedicado a otra cosa en mi vida. El mar es muy duro, pero la navegación me apasiona", confiesa José, quien heredó la profesión de sus padres y sus abuelos y se la transmitió a su hijo varón, capitán de pesca y ahora inspector en el puerto de Vigo. No en vano, no tuvo la oportunidad de aprender otro oficio. Cuando contaba con 8 años su padre fue fusilado por fuerzas falangistas en la conocida como "Volta dos nove". Solo tres años después de este trágico suceso José se vio obligado a colaborar en la economía familiar dedicándose a la pesca del chincho, xouba o castañeta junto a su hermano Melitón. De la pesca de bajura dio el salto a la de altura.

La vida de José dio un vuelco en 1964, fecha que se embarcó en petroleros de la compañía Shell que, fundamentalmente, suministraban combustible para la aviación americana en Vietnam. "Trabajábamos a cubierta con chalecos antibalas y escoltados por la marina por miedo a un ataque. Cargábamos en Singapur o el Golfo Pérsico", relata. Este trabajo le permitió recorrer el mundo entero hasta 1980, cuando se retiró y logró la invalidez por un problema de huesos. Pese a sus más de 40 años en el mar José no sufrió nunca un naufragio, sin embargo, uno de sus hermano murió en Marruecos por este motivo. "Sí pasó mucho miedo en alguna tormenta", reconoce.