Los furanchos vuelven de forma escalonada, sin el decano de Vigo

Los de Salceda llevan abiertos desde abril, los de Redondela hace una semana o los de Vilaboa, unos días. En Mos siguen cerrados

Publicado: 23 may 2021 - 03:06 Actualizado: 24 may 2021 - 03:27

El concello de Redondela es uno de los que más licencias otorgó para furanchos este año.
El concello de Redondela es uno de los que más licencias otorgó para furanchos este año.

Vigo se queda un año más sin sus referentes locales en furanchos. La ruta de Bembrive, vinculada al festividad de San Blas, no abrieron sus puertas como es habitual en enero al no celebrarse la romería. Pero tampoco lucirá la rama de “loureiro” en el de A Balsa, de Matamá. Regentado por la familia de Juan Iglesias desde hace décadas, el considerado decano de los furanchos vigueses mantendrá el galpón cerrado por segunda temporada consecutiva. “Hasta que no mejoren las condiciones sanitarias no nos vamos a animar”, afirmaron sus responsables. En el resto de la comarca, la situación varía según los concellos, ya que las licencias se dispensan dependiendo de las condiciones sanitarias del término municipal. Regulados por una normativa específica de la Xunta, la pandemia condiciona su actividad, en la que se aplican la normativa que rige a la hostelería: el 75% en el exterior y el 50% en el interior, solo hasta las 23 horas. Comienza con retraso la temporada que finalizará como siempre en junio.

En Mos permanecen todos cerrados. Pese a la intención de reanudar el servicio al menos en dos ocasiones, el índice de contagios no lo ha permitido.

Los de Salceda de Caselas fueron los primeros volver al mercado. El furancho Barrio das Flores está operativo desde el 29 de abril y la respuesta de la clientela está siendo muy positiva. “Este año recomiendo que reserven mesa, porque hay días que sintiéndolo mucho tengo que impidir la entrada por tener el aforo completo”, afirma Alejandro. Pioneros en la empanada de ortigas, también fueron los primeros en abrir en A Louriña. En Redondela regresaron el fin de semana pasada y es el ayuntamiento con mayor concentración de furanchos, con tres locales (O Tarrascal, Casanova y Cadaval), según la valoración realizada por los propios usuarios en internet.

Vilaboa fueron de los últimos en abrir, hace tres días, con solo dos destacados en la Guía 2021 (Nicanor y Martínez). “Los primeros clientes fueron habituales, ya nos conocen, vienen con prudencia, pero con muchas ganas”, señalan desde el Nicanor.

Como sucede con el vigués de A Balsa, muchos furanchos prefieren no abrir las puertas hasta que pase la alerta sanitaria, por lo que las recomendaciones de la Guía es mucho más reducida que en otras temporadas. Marín (Víctor, Maño y Amancio) y Poio (Caballero y Elías), con tres y dos respectivamente encabezan en número la lista que se limita a un establecimiento por municipio en Cangas (Torto), Bueu (Carmelita), Moaña (Pancho), Tomiño (Ceboleiro), Meaño (Juan) y Ribadumia (Jarrita).

UNA SEMANA EN REDONDELA

El concello de Redondela es uno de los que más licencias otorgó para furanchos este año. Dada la situación sanitaria no se permitió su apertura hasta la semana pasada. Desde los locales, los responsables están satisfechos con la respuesta de la clientela. Arriba, una imagen de Reboraina, la temporada pasada, donde ya se aplicaron las medidas sanitarias.

OTRO AÑO SIN A BALSA

El furancho de A Balsa, regentado por Juan Iglesias en Matamá, es el decano de Vigo. Este año permanecerá cerrado por segunda temporada consecutiva. Los de Bembrive no abrieron por San Blas al no haber romería.

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