Las funerarias y tanatorios asumen entierros en 'privado'
LA AMENAZA DEL CORONAVIRUS
Velatorios restringidos, funerales en manos de sacerdotes y familias en la intimidad
En estos momentos tiene su dificultad coordinar los servicios funerarios con la alerta. "Nos vamos adaptando a las circunstancias porque hay cambios cada día, pero gracias a Dios lo vamos llevando muy bien", explica José Luis Varela de Pompas Fúnebres del Condado. "Hay cosas que están prohibidas y procuramos no entrar en interpretaciones". Como por ejemplo los funerales: "notificamos a los sacerdotes el fallecimiento y responsos y misas son cuestión del párroco y la familia, no entra en el servicio funerario concertado". También se nota que se "retrasan un poquito las velaciones y nosotros procuramos escalonar entradas y salidas". En los velatorios hay muy poca gente. No más de 20 personas a lo largo del día. Y es que, el 'coronavirus' asusta y si hay la más mínima sospecha, es obligado hacer la prueba al fallecido. Pero las familias "a pesar de la tensión que les supone tener que enterrar a un ser querido bajo normas estrictas, se están adaptando a los protocolos del Ministerio y de la Consellería de Sanidad. "Atendiendo a esos protocolos los entierros se hacen en la más estricta intimidad con un máximo permitido de 25 personas, pero no se está llegando ni a 15, ni a 10 personas por sala velando".
En el Tanatorio de Pompas Fúnebres del Condado, en Ponteareas, explica José Varela a este diario, "hemos separado espacios con jardineras, y lo mismo en la cafetería en donde solo dejamos dos asientos para las personas mayores con la separación requerida". Y de igual modo "hacemos desifecciones y limpiezas más profundas". En definitiva "nos vamos adaptando a las circunstancias y lo vamos llevando bien, procurando dar el mejor trato y cariño a los familiares del fallecido".
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