La flota viguesa mantiene el caladero 20 años después de la guerra del fletán

VIGO

Los armadores destacan que el conflicto "lo ganamos en los tribunales, Canadá no logró echarnos de allí"

JOSE TEO andres. vigo jtandres@atlantico.net

Publicado: 10 may 2015 - 03:46 Actualizado: 12 may 2015 - 10:59

La llegada del "Estai" al puerto de Vigo, recibido por miles de personas. Hace veinte años de aquel conflicto.
La llegada del "Estai" al puerto de Vigo, recibido por miles de personas. Hace veinte años de aquel conflicto.

En 1995, hace 20 años ahora, la flota viguesa mantenía 40 barcos y capturaba hasta 30.000 toneladas de fletán, una especie hasta entonces poco conocida y difícil de pescar al vivir a muchos metros bajo las frías aguas entre Terranova, Canadá y Groenlandia, pero de gran rendimiento en su versión como "lenguado alimón", como se comenzó a comercializar. Todavía hoy en día el fletán continúa siendo un producto muy interesante que se procesa en Vigo y se vende en el mercado asiático fileteado. Y eso se logró gracias a mantener un pulso hace 20 años.

Todo comenzó cuando los armadores vigueses que había tenido que salir de Namibia lograron adaptar con éxito sus barcos para el arrastre en profundidad. Lo que tuvo como consecuencia que Canadá se percatara de la importancia económica de la explotación y exigiera hacerse con el caladero, situado a 250 millas de su costa, extendiendo sus aguas hasta las 350 de forma unilateral. Los barcos vigueses continuaron en la zona y así comenzó la "guerra del fletán", con la captura del "Cabo Estai", el pesquero que llegó a convertirse en Vigués Distinguido y que desencadenó un conflicto que llevó a España a enviar varios buques de la Armada a vigilar a las patrulleras canadienses. Alta tensión que se saldó con la liberación del "Estai" y la requisa de su bodega tras pagar la multa impuesta por su Gobierno, una derrota que se convirtió en victoria en los tribunales internacionales, que dieron la razón a España y condenaron al país de la hoja de arce. Los barcos vigueses estaban faenando conforme a la legalidad y Canadá habría realizado un acto de piratería. Así de claro.

Han pasado veinte años y la flota viguesa continúa pescando fletán negro, y aunque las reglas de NAFO aprietan, ya no hay riesgo de conflicto más allá de la mesa de negociación, que curiosamente eligió Vigo para celebrar su último y casi secreto cónclave, prueba de su peso en cuestiones de productos del mar. Ahora sólo hay 22 buques faenando, con una cuota muy inferior, 4.280 toneladas para España de las 15.578 fijadas en total y un incremento del 1% en la última reunión. También hay 4.000 empleos directos menos, que serían 15.000 sumando indirectos. Pese a ello, lo importante es que continúa abierta la pesquería y que Vigo no se ha retirado. Ni lo va a hacer en el futuro, porque el caladero parece asegurado.

Así lo entiende el presidente de la Cooperativa de Armadores, Javier Touza: "Aquello creo que supuso la madurez de Vigo, porque hubo una movilización unánime en defensa de la pesca y del "Estai", recuerda sobre el episodio de hace 20 años. La guerra continúa desarrollándose aunque ahora se disputa en el foro internacional NAFO –Organización Pesquera del Atlántico Norte, en sus siglas inglesas- donde Canadá continúa "cortando el bacalao", y nunca mejor dicho. "Estamos sujetos a unos controles enormes, pero resistimos", señaló. Advierte de que NAFO es muy estricto con inspecciones y vigilancia científica permanente, pero los barcos vigueses faenan con normalidad desde 1995. Insiste en que lo ocurrido con el "Estai" supuso mucho para Vigo y para la pesca, "porque la ciudad respondió, fue un auténtico punto de inflexión, dimos el callo", recuerda.

También que el Gobierno, con Felipe González, apoyó al sector con el envío de la Armada a la zona de conflicto, "donde las patrulleras canadienses nos hostigaban. Pero pudimos probar que estábamos dentro de la legalidad y hemos ganado", zanja Touza. n

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