La familia del luso incinerado por error en Vigo pide una prueba de ADN y exige responsabilidades

La familia del trabajador portugués de 39 años fallecido durante una accidente laboral en Oia y cuyo cadáver fue incinerado por error ha requerido judicialmente una prueba de ADN de las cenizas para tener la certeza de que corresponden a su ser querido. Tal y como asegura una amiga de la familia en el Jornal de Noticias, los allegados han puesto el caso en manos de la justicia española porque quieren que los culpables respondan por los hechos. Según las declaraciones que recoge el rotativo luso, “la familia quiere hacer justicia en memoria de Jorge y también pensar siempre en su hijo de seis años”.

Jorge Miguel Barbosa, natural de Paredes de Coura, falleció el pasado día 30 de abril mientras trabajaba en una tala en el monte forestal de Oia. El Juzgado número 2 de Tui abrió diligencias por el accidente laboral y se autorizó el traslado del cuerpo hasta el Hospital Nicolás Peña para realización de la autopsia.

Fue el día 1 de mayo cuando la funenaria Emorvisa, que tenía que recoger el cuerpo de un vigués de Vigo Memorial, por confusión, acudió al Nicolás Peña, según confirmaban fuentes de la Xunta, y se llevó en su lugar el cadáver del trabajador portugués para su incineración.

El error se destapó cuando la funeraria contratada por la familia de Portugal se presentó el mismo día en el Nicolás Peña para realizar los trámites del traslado de los restos mortales de Jorge Miguel a su municipio de origen y se encontró con que el cuerpo no estaba allí. La Xunta aseguró que ambos cadáveres estaban perfectamente identificados por lo que achacó el error a la funeraria.

Ahora, la familia está dispuesta a llegar hasta el final. “Lleve el tiempo que lleve, la familia ahora quiere tener certeza a través de un examen de ADN y que las personas culpables sean juzgadas por eso entregaron todo a la vía judicial en España”, recoge el Jornal de Noticias.

El juzgado de Tui solicitó varios informes, ahora, tras la decisión de la familia, la causa pasaría al juzgado de Vigo, donde tuvo lugar el intercambio de cadáveres.