Adiós a Ventura Pérez Mariño, fugaz alcalde de Vigo

Ventura José Emilio Pérez Mariño, alcalde de Vigo durante seis meses, de junio a diciembre de 2003, quien también fue juez y diputado del PSOE, falleció a los 75 años de edad en Vigo, la ciudad donde había nacido. Llevaba tiempo retirado de toda actividad, tras jubilarse tanto de la política como de la abogacía, a la que había regresado. Hacía años que sufría Parkinson, enfermedad que sobrellevó sin ocultarla. También había desarrollado con su mujer, la también exdiputada socialista y exjuez Lola Galovart, una intensa actividad humanitaria con la ONG “A las cinco” y más tarde con la red de establecimientos solidarios “Hoy por ti"”.

Pérez Mariño fue abogado y más tarde ascendió a magistrado por el llamado “cuarto turno”, por el que el Gobierno puede convertir en jueces sin necesidad de oposición a letrados destacados. Fue su caso, también de su mujer y de otros políticos en la órbita socialista, como Teruca Conde-Pumpido. En 1993, con su amigo Baltasar Garzón, fichó por el PSOE como independiente y fue elegido diputado por Lugo. Sin embargo, duró poco al chocar frontalmente con Felipe González, con bronca en el Congreso. Regresó a la judicatura y ahí saltó a la fama en la Audiencia Nacional como el magistrado que juzgó y condenó a 20 años a Mario Conde por el caso Banesto. Pero poco más tarde pidió excedencia y volvió a Vigo. En 2002 Emilio Pérez Touriño lo eligió para ser candidato a las municipales, lo que supuso la defenestración definitiva de Carlos Príncipe. En 2003, el PSOE fue la segunda fuerza más votada en Vigo, tras el PP, pero los ocho concejales sumados a los siete del BNG de Lois Pérez Castrillo, que había sido alcalde el anterior mandato, le valieron para conseguir formar gobierno. Castrillo pasó de regidor a número 2.

Parecía todo enfocado, pero no era así en absoluto: el equipo municipal saltó por los aires en cuestión de semanas. Las diferencias eran palpables desde el minuto 1 y el motivo concreto que desencadenó la ruptura fue la designación del responsable de Urbanismo en el Concello, que le tocaba al BNG y que Pérez Mariño vetó. El entonces regidor estaba en total desacuerdo con el Plan General que había redactado el Bloque en el anterior mandato y avisó que no lo aprobaría. Poco después, dio un paso definitivo al expulsar a sus socios nacionalistas del gobierno local, que se quedó en minoría absoluta. Lois Castrillo fue a todo o nada y exigió la retractación de Mariño o en su caso su dimisión para elegir a otro alcalde, que sería del PSOE, en concreto María José Porteiro. También resultó imposible. En el PSOE local se llegó a la errada conclusión de que Ventura Pérez Mariño podría mantenerse en el cargo los cuatro años porque consideraban imposible una moción de censura entre populares y nacionalistas. Pero no contaban con que la Diputación de A Coruña estaba por constituir y para que el PSOE se hiciera con su control necesitaba el apoyo del BNG.

El precio era la dimisión de Pérez Mariño y así fue, además en dos sesiones casi simultáneas para evitar sorpresas. La fórmula no fue una dimisión y mucho menos una moción de censura, que el BNG descartaba, en efecto, sino con una cuestión de confianza pactada vinculada a la aprobación de las ordenanzas, cuya derrota conlleva el cese inmediato. Así fue, en una sesión para la historia de Vigo. Dos semanas más tarde, Corina Porro se convertiría en alcaldesa, gracias a sus votos. El BNG se ofreció a investir a un concejal socialista, pero el PSOE se negó a presentar candidato. Así de extraños fueron esos tiempos. El BNG cerró un acuerdo en urbanismo con el PP por el que se aprobó el Plan General, pero lo tumbó el PSOE en la Xunta bipartita. Y puestos a rizar, el PSOE aprobó unos presupuestos municipales a Porro al abstenerse en la votación. Después de 18 meses como concejal, Ventura Pérez Mariño dimitió como corporativo y no volvió a la política.

En el ámbito de la pura anécdota, logró en dos ocasiones salvar su vida en extremis. Ya jubilado, en 2021 su delicado estado de salud provocó que fuese ingresado en el Hospital Álvaro Cunqueiro tras ser rescatado y sacado del mar semiinconsciente de una playa de Aldán. Antes, en 1993, era uno de los pasajeros del avión que se estrelló en Peinador, en el mayor accidente que sufrió el aeropuerto vigués. Salió ileso.

Tras el fallecimiento de Mariño quedan cuatro exalcaldes en Vigo: Carlos Príncipe, Manuel Pérez, Lois Castrillo y Corina Porro, todos entre 1991 y 2007.

Abel Caballero dice que fue “un gran vigués y un gran alcalde”

Abel Caballero emitió un comunicado donde subrayó la dedicación de Ventura Pérez Mariño a la ciudad de Vigo, trasladando el pésame a la familia por esta "pérdida irreparable" para la ciudad “a la que dedicó un cariño extraordinario”, por ser "un gran vigués y un gran alcalde". El secretario del PSdeG, Valentín González Formoso, mandó todo su apoyo y cariño a la familia y a los amigos de Ventura Pérez Mariño a través de un mensaje en su cuenta oficial de X (antiguo Twitter). También el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, ha trasladado el pésame a sus allegados y "a todo el socialismo vigués". "En la familia socialista perdemos a Ventura Pérez Mariño, exalcalde de Vigo. Un compañero siempre comprometido con la igualdad de oportunidades", ha lamentado en X. También el ex secretario del PSdeG y diputado socialista Gonzalo Caballero mostró su pesar por el fallecimiento, recordando que fue él quien le sustituyó como concejal vigués cuando Mariño dejó su acta en 2005, dos años después de que cesase como alcalde.

Rueda: “Reconocemos su compromiso”

El presidente de la Xunta y candidato del PPdeG, Alfonso Rueda, puso en valor la figura del exalcalde vigués, indicando que "demostró que por encima de las ideologías a los políticos los une el deseo común de mejorar la vida de la gente". "Lo despedimos reconociendo su compromiso con la sociedad, como alcalde y como jurista. Descansa en Paz", ha escrito en la misma red social. Más llamativa fue la reacción del portavoz del BNG en Vigo, Xabier Pérez Igrexas, quien lamentó "inmensamente" la muerte de Ventura Pérez Mariño, que dejó una "gran huella" en la ciudad. Por su parte, Jueces para la Democracia, asociación a la que perteneció Pérez Mariño, envió cariño a su familia y a la ciudad de Vigo.