METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Vigo
Las actividades extraescolares y la formación no reglada se ha visto también condicionada por la pandemia. Desde las Anpas advierten que se redujo la demanda en las plazas de piscina, una de las propuestas más reclamadas, mientras aumentan las solicitudes en deportes al aire libre como el atletismo.
A nivel academias y escuelas, los idiomas mantiene su tirón, aunque con distinta suerte. Los que apostaron por mantener la formación online durante el confinamiento aumentaron las nuevas matrículas como en el caso del Ensíname, especializado en inglés. La ventilación, la distancia de seguridad, la combinación de clases virtuales con las presenciales son algunas de las medidas tomadas en este sector.
Los centros de baile o teatro son los que más afectados se vieron en sus metodologías. Hay que mantener la distancia de seguridad mientras se baila, lo que condiciona las coreografías. Tal es el caso de Bambalina. Aunque a distancia, uno de los objetivos de estos centros es garantizar que los alumnos puedan moverse con seguridad por el centro, por lo que a las habituales medidas de prevención se suma la colocación de un zapatero en la entrada como resolvió Imaxinatea Lab, especializado en aula de teatro.
Disciplinas hasta ahora no mayoritarias han visto incrementada sus matrículas, dadas las condiciones de sus clases en espacios abiertos. Tal es el caso del centro escuestre Galiocio.
La mayoría comenzó el curso con un plan B, para poder hacer frente a un posible confinamiento. Buscan así ofrecer la seguridad de la formación a los alumnos, aunque la situación cambie. Las clases continúan también en las actividades extraescolares y al igual que en los colegios e institutos, la mascarilla y el uso de hidrogel es obligatorio para la asistencia presencial.
“Mantuvimos nuestros estudiantes, pero bajó la nueva matriculación”
La Alianza Francesa aplicó el protocolo establecido por la Xunta para la prevención del covid en los centros de formación. Adaptaron los espacios para lograr la reducción de aforo por aula, aumentando la distancia de las mesas, colocando con mamparas y desinfectando después de cada clase, al tiempo que favorecen la ventilación de los espacios. “Mantuvimos nuestros estudiantes de cursos anteriores, pero bajó la nueva matriculación”, afirmó Veronique Cálvez, que apunta que los grupos se limitan ahora a nueve alumnos, salvo en la biblioteca que al ser de mayor tamaño acoge a doce alumnos. “Creamos un sistema de rotación en el que combinamos la docencia presencial como la virtual y así seguir al mismo tiempo la clase con el profesor”.
“Tuvimos que adaptar las coreografías para bailar en pareja sin tocarse”
La escuela de baile Bambalina abrió sus puertas en septiembre con un protocolo muy estricto: desinfección de calzado y manos nada más entrar, eliminación de vestuarios y cambios de ropa en sillas separadas en el propio hall, donde se deben dejar también los zapatos. Ya en clase, cada alumno tiene una cuadrícula donde realizar su baile: “Tuvimos que adaptar las coreografías para bailar en pareja sin tocarse, no lucen ni la mitad las piezas interpretadas desde el sitio, pero por lo menos nos dejan bailar”, apunta Águeda Álvarez, directora del centro, que reconoce que acaban más cansados al tener que bailar con mascarilla. Mantiene el alumnado, pero en las disciplinas más demandas han quedado fuera solicitudes al tener que reducir el aforo de las clases.
“Seguir con clases online en confinamiento funcionó y atrajo nuevo alumnado”
Ensíname es un centro especializado en el enseñanza de inglés que lleva funcionando desde 2010 en Vigo y que en Pontevedra abrió hace un año y medio. “Cuando se declaró el estado de alarma, pasamos en cuatro días a ofrecer todas nuestras clases online, queríamos continuar trabajando y que nuestros alumnos no dejasen de avanzar; el esfuerzo de mantener las clases funcionó y atrajo a nuevo alumnado”, apunta Manuel Touriño, que junto a Mercedes Monteagudo, fundaron la academia. Comenzaron el curso preparadas para la nueva situación: duplicaron aulas y mobiliario para reducir aforo, instalaron aire acondicionado para mover el aire, dispensadores. Además compaginan formación virtual con presencial, priorizando las clases en el centro para los más pequeños.
“Más padres traen a sus hijos a hípica al ser un deporte individual y al aire libre”
Óscar Parada dirige el centro ecuestre Galiocio, situado en medio de la zona rural de O Grove. “Estamos rodeados de monte y este curso, más padres traen a sus hijos a clase de hípica por ser un deporte individual y al aire libre, el alumnado de seis a diez años es el que más ha aumentado”. Se valora que se impartan las lecciones fuera o en una pista cubierta de 800 metros y abierta por los lados, donde “siempre corres el aire”. Aún así, las clase son limitadas a un máximo de dos o tres alumnos, que además de desinfectarse las manos al entrar, montan con mascarilla. “La distancia de seguridad está garantizada por el propio caballo que marca su lugar”. En Galiocio hay distintos niveles de formación: “Se enseña a montar a caballo con el objetivo de llegar a competir, ya lo hacemos en doma”.
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