Andrés Suárez: “Estoy muy agradecido a Madrid, si no llega a ser por cantar en el metro no estaría donde estoy”

Andrés Suárez (Ferrol, 1983) está de doble actualidad en Vigo: Actuará en el TerraCeo el 15 de mayo y ayer presentó para los lectores de Atlántico su nuevo libro “A través de los ojos”. Se mostró encantado de regresar a Galicia tras un año de confinamiento, “ya me he comido dos tapas de pulpo, ¡qué bien me supieron! No me había dado cuenta que nunca estuve más de un mes sin venir a casa, ha sido duro, pero aquí estoy, sano, salvo y feliz”, afirmó.

¿Había morriña?

Volver a Galicia es una necesidad para mí. Soy muy gallego, un niño de aldea, crecí en la playa de Pantín, entre caballos, vacas y olas. Pero también estoy muy agradecido a Madrid, me recibió muy bien. Me da mucha rabia que hablen mal de los madrileños, si no llega a ser por cantar en el metro no estaría donde estoy.

¿Estas circunstancias explican el carácter melancólico de los relatos que recoge ‘A través de los ojos’?

Creo que es un canto al humor, una reivindicación a la vida que se siente más con una carga de dolor y tristeza. Yo defiendo el amor horizontal, perder al pócker, la alegría, el fracaso, la bisexualidad. Trato de ser feliz, de vivir.

En sus relatos escribe en primera y en tercera persona. ¿Cuánto tienen de autobiográficos?

Muchísimo. Yo canto y escribo sobre lo que he vivido, acariciado. Me interesa nuestro mundo, el de mi familia, poder decir ‘te quiero’, algo que nos hace mucha falta. Hace un año la realidad nos defraudó de tal manera que hay que reaccionar. Mi madre siempre me dijo que el humor es fundamental para vivir, me obligaba a reírme. Así superé estos meses en los que ella, que trabaja como enfermera, estaba en la tercera guerra mundial. Yo estuve encerrado en mi casa, con televisión, wifi y todo, pero mi madre, mi hermana o mi mejor amiga Tami se mantuvieron al frente, llevan un año trabajando contra la pandemia.

¿Es “A través de los ojos” fruto del confinamiento?

No es un libro de la pandemia. Lo comencé a finales de 2019 en homenaje a los que se sientan a escucharme en los bares, ¡qué lejos queda eso! Pero se cuela en medio el covid. Habla de libertad, de las de mis músicos y técnicos que están en casa sin trabajar, de la libertad de los que escribimos y de los que llevan un año haciendo frente a la pandemia en los hospitales.

¿Escribir relato y componer una canción son dos vías de expresión paralelas o una misma?

Contestaré como buen gallego, se parecen mucho, pero no son lo mismo. Una canción dura cuatro minutos, tiene rima, ritmo, estribillo, pero un libro es infinito, al escribirlo uno se enfrenta al reflejo del folio en blanco, sin límites, con todo el tiempo del mundo.

En mes vuelve a Vigo pero esta vez a tocar. ¿Cómo va a ser la actuación?

Mi mejor público está en Galicia, acabo de anunciar un concierto en Noia y ya no hay entradas, las de Vigo se agotaron en una hora. Será una actuación acústica, adaptada a la nueva realidad, aforos muy limitados, con mascarillas y con mucho cuidado. Tocaré lo que me pida el público, es el que dicta ahora.