Estopa reúne en su concierto en Ifevi sólo 3.000 seguidores.
Los incondicionales de los hermanos Muñoz disfrutaron del concierto que ofrecieron en el recinto de Cotogrande
Estopa actuó ayer en el Instituto Feiral de Vigo (Ifevi), donde presentó su quinto y último disco Allenrok (Cornellá al revés) en un espectáculo que contó con menos público de lo previsible pero con un gran despliegue técnico, cuatro torres de casi 14 metros de altura que aportaron 150.000 vatios de sonido reales y 400.000 de luz, que fueron apoyados con cinco pantallas. A los medios materiales hubo que sumar el equipo humano que acompaña a los catalanes, 65 personas que se desplazaron a Vigo en un total de siete trailers.
Si el objetivo de los hermanos Muñoz era hacérselo pasar bien al público, sin duda, lo lograron, ya que los cerca de 3.000 espectadores allí presentes no dejaron de cantar ni un segundo los temas de Estopa y, en algún momento, llegaron a sobrepasar las voces del dúo de Cornellá.
Abrieron el concierto con el tema Cuando amanece de su disco Allenrock, y desde el primer minuto de actuación, las frentes de ambos cantantes se llenaron de gotas de sudor, lo que reflejó la intensidad con la que enfrentan sus conciertos. Esto hizo que la gente se involucrase todavía más en el espectáculo, y brincasen al ritmo de la música y no dejarán de pedir más y más música.
Entre las doce canciones de su último trabajo se animaron a cantar algunas otras de discos anteriores, grandes temas que les hicieron convertirse en uno de los grandes referentes musicales del panorama nacional, ya que desde 1999 no han dejado de trabajar y de llevar de gira sus cinco trabajos a lo largo y ancho de España. Incluso se atrevieron a cantar una canción típica gallega que animó mucho a los asistentes, hasta el punto de que el dúo tuvo que frenarlos para poder continuar con el concierto, prometiéndoles que más adelante cantarían otra.
Entre el público se podía palpar el enfasis y el entusiasmo de los seguidores del dúo, que no solo gusta a los jóvenes sino que también encandila a los mayores, ya que en el concierto había personas de todas las edades, pero eso sí durante las casi dos horas que duró la actuación se respiró un ambiente muy juvenil.
A los asistentes, si ya les gustaba Estopa, después del concierto todavía más, gracias a la cercanía que ofrece el grupo y a la comunicación con el público que fueron capaces de conseguir.
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