Estanterías vacías en el Banco de Alimentos de Vigo

El eco invade el almacén del Banco de Alimentos. Tras la entrada en junio de la tarjeta alimentaria y la desaparición del Fondo de Ayuda Europea para los más Desfavorecidos (FEAD), el reparto de alimentos cambió, siendo entregada una tarjeta con 120 euros de comida en vez de recibir el alimento de forma física. Esto limitó las llamadas ‘colas del hambre’ pero penalizó en gran medida a la fundación con sede en Vigo (y a todas las repartidas por el país). Sin embargo, desde la directiva se mostraron optimistas con respecto a la próxima Gran Recogida, que se celebrará los próximos 22 y 23 de noviembre y para la cual todavía no se ha descifrado su nuevo padrino. El 5 de noviembre se conocerá quien toma el testigo de Iago Aspas para su decimotercera edición.

“La tarjeta alimentaria es restrictiva, deja mucha gente fuera que va a seguir en estado precario y necesitando de ONGs para comer. Al final eso va a tener una repercusión en nosotros, porque somos los encargados de trabajar con las organizaciones y facilitarle los alimentos”, apuntó Antonio Rodríguez, tesorero del Banco de Alimentos. Con ello se disipa toda duda de un posible cese de la actividad, más aún con el golpe recibido recientemente con el fallecimiento de su presidente Iván Martínez. “Antes se hacía un concurso público y daba para comprar más alimentos que ahora, que se hace a precio de mercado”, señaló Polo Quinteiro, vicepresidente. Gestionada por la Cruz Roja, desde el Banco de Alimentos encuentran más sombras que luces a esta medida que, de momento, “no se ha contado con nosotros”.

Desde el Banco de Alimentos realizaron una llamada para conseguir un mínimo de 2.000 voluntarios en la provincia para que pueda colaborar en el sistema de recogida en supermercados, que de nuevo volverá a ser mixto (comida y dotaciones económicas) como en anteriores ediciones. “Queremos ser un total de 20.000 personas y crear una marea azul solidaria, con mucha empatía con la realidad social”, señaló Eusebio Garre, secretario de la fundación. Para esta edición contará con la colaboración de la Brilat en la tarea logística y con gente de la Acción Social de la Subdelegación de la Guardia Civil, que trabajarán como voluntarios. En su momento más bajo y con un gran vacío en el almacén y en los trabajadores, la Gran Recogida este año será, sin duda, especial.

325.000 kilos y un recuerdo a Iván Martínez

Los trabajadores, en esta decimotercera edición, les será imposible no acordarse del presidente Iván Martínez, fallecido recientemente. “Lideró cada una de las 13 grandes recogidas, por tanto esta recaudación se realizará con más cariño”, aseguró Polo Quinteiro. Por tanto, el 22 y 23 de noviembre “trataremos de estar a la altura, porque este trabajo va dedicado a él”. El vicepresidente fijó una cantidad de 325.000 kilos como objetivo, “cifra similar a la conseguida en la anterior edición”, que garantizará llenar las estanterías vacías del almacén hasta, como mínimo, la primavera de 2025.

“Trabajamos con 153 ONG de la provincia y de esta manera tenemos que paliar la falta de Fondos Europeos, es un compromiso que tenemos con los más desfavorecidos", dijo Quinteiro. Antonio Rodríguez también quiso tener palabras de recuerdo a Iván Martínez en la presentación de la Gran Recogida, asegurando que toda la familia del Banco de Alimentos “todavía estamos tocados por su fallecimiento”, y con la premisa de ponerle personalidad a una nueva edición: “Tenemos que seguir caminando”.