Érguete urge más recursos para mujeres con adicciones
Desde la asociación pusieron en marcha la denominada comunidad GPS y crear un frente común para garantizar la seguridad de las afectadas en Vigo
Érguete solicita más ayuda para defender a las mujeres con adicciones y víctimas de violencia de género. La asociación puso en marcha la denominada comunidad GPS en marzo (Generadoras de Saberes, Participativas y Sociales) para crear un frente común, desde policías hasta educadores sociales, y defender la seguridad de las afectadas. “En Vigo faltan recursos para que una mujer con problemas de adicción y víctima de violencia de género puedan ser atendidas de la manera que se merece”, indicaron Andrea Pérez y María Rodríguez, de Érguete.
En las tres primeras sesiones de la comunidad “hubo mucha implicación de todos los sectores. Contamos con asociaciones, profesionales sanitarios y agentes de cuerpos de seguridad del Estado”, indicaron. Estas reuniones, afirman, son de vital importancia para darles a las mujeres una segunda oportunidad en una actividad “muy importante porque no existía nada parecido aquí”. Advirtieron de que una mujer con problemas de adicciones y víctima de violencia de género no tiene recursos específicos a su disposición en la ciudad.
Desde Érguete señalaron que se encuentran en un proceso de reuniones y crear una hoja de ruta y “aún no se trabaja de forma integral con ellas. Siempre se va a la base de la adicción, pero no se incide en los daños anteriores, en la situación de violencia que sufrieron o todavía sufren”. Aseguraron que todavía “no se sienten apoyadas” y que el objetivo final de esta comunidad es que “podamos tratarlas de una forma específica e individualizada. No valen los protocolos clásicos de violencia de género, sino que debemos protegerlas y luego abordar las adicciones”.
Recalcaron que, a día de hoy, si la Policía atiende en Vigo a una mujer víctima de violencia de género, sin hogar y con adicciones, no tiene dónde derivarla, dado que no existen recursos específicos. Y eso pretenden cambiar de forma urgente. “Esas mujeres no pueden acceder a las casas de acogida porque allí no se aborda su adicción, pero tampoco pueden ir a los albergues porque no tratan la violencia. Incluso puede ser ejercida en ese espacio”, señalaron. Esto obliga a que muchas víctimas “terminen en la calle”.
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