El enredo del laboratorio para congelar embriones
vigo
Un acusado de estafar a una empresa agropecuaria lusa se lía en el juicio
nnn Una estafa poco habitual llevó ayer al banquillo a un vigués, quien a pesar de haber negociado previamente con su abogado tras hablar con el fiscal, se enredó en su declaración hasta el punto de sorprender al tribunal.
El hombre estaba acusado de vender a un empresario agropecuario portugués un laboratorio de congelación de embriones, que nunca llegó a entregar a pesar de cobrar los 127.000 euros y se enfrentaba a cinco años de cárcel.
Nada más empezar la vista, reconoció que se quedó con esa cantidad, pero dijo que “no fue una estafa, sino una apropiación indebida, porque yo tenía que haber devuelto el dinero, sé que tengo que hacerlo, pero no lo he hecho”.
Sin embargo, a medida que el fiscal iba preguntado sobre los hechos, el acusado cambió su relato. Primero dijo que “no devolví el dinero porque pasaron 17 meses y nadie me lo reclamó” y tras lo que parecía un reconocimiento de los hechos, aseguró después que sí adquirió el laboratorio para entregarlo. Algo, que al parecer no había dicho durante la instrucción. De hecho, la Fiscalía asegura en su escrito que realizó ese acuerdo sin tener intención alguna de proporcionar lo pactado. Sin embargo, ayer cambió la versión y dejó de admitir todo el relato. Afirmó que en su momento no justificó la adquisición porque “tuve un montón de problemas personales, no tenía la cabeza muy lúcida en aquel momento”, pero insistió en que sí llegó a comprar el laboratorio. Ante la sopresa de la sala, (el abogado incluso pidió sin éxito volver a hablar con su cliente), declaró que “no pude hacer la entrega porque el comprador no tenía los permisos de Portugal para instalarlo y se enredó tanto en cada respuesta que fue llamado al orden por el tribunal.n
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