Empresas de Vigo y Mos buscan sitio en Portugal por los problemas con los comuneros

La asociación de empresarios de Mos (Aemos) ha abierto oficina en el centro de Vigo, cerca de la calle López Mora, un espacio que servirá para dar servicios de asesoramiento, cursos y de formación, entre otros, sin ánimo de competir, sino de ampliar las posibilidades a las empresas, según explicó su gerente, Francisco Domínguez. Un acercamiento que Aemos considera “lógico” al contar con asociados no solo del vecino ayuntamiento, sino también de Vigo y otros municipios del área metropolitana.

En total, Aemos suma 350 firmas hasta el momento, en su mayoría compañía que cuentan con naves en el entorno más próximo a Vigo (en Cabral), como Puxeiros, Rebullón o Monte Faquiña. Y que pasan por los mismos problemas que las compañías que quieren ampliar sus instalaciones, “porque no hay espacio”. La solución más rápida, según destaca, pasa por otras ubicaciones algo más alejadas, dos en concreto, la Plisan y el Norte de Portugal, en concreto Valença y Vilanova de Cerveira.

Para sorpresa generalizada, la mayoría de los empresarios que se dirigen a Aemos consideran una oferta mejor Valença antes que la Plisan, la plataforma logística que han desarrollado Puerto de Vigo, Zona Franca y Xunta entre Salvaterra y As Neves. Según el gerente de Aemos, la gestión en Portugal es “excepcional” y permite liquidar en un tiempo récord, menos de un año, todos los trámites y permisos, frente a la larga carga administrativa de España en general y Galicia y Vigo en particular. Señala que la agencia de Valença que se ocupa de captar empresas es muy eficiente y la gestiona el propio ayuntamiento fronterizo (Cámara Municipal), “sin más trámites ni administraciones superiores, lo que hace que sea rápido”, al contrario de lo que ocurre al norte del Miño, donde las tramitaciones se alargan durante años al intervenir varias administraciones, lo que ralentiza todo. En Aemos confirman que los empresarios que se dirigen a ellos prefieren realizar nuevas inversiones en Portugal antes que en un polígono disponible en el área como la Plisan, al añadir los precios “imbatibles” del suelo.

La necesidad de terrenos resulta en algunos casos urgente por los problemas que se arrastran con las comunidades de montes de Tameiga, en Mos, y de Cabral. En el segundo caso, con parcelas que en su día fueron vendidas por el ayuntamiento a particulares, pero que la entidad de Cabral ha logrado reconocer como propias tras procesos judiciales, lo que deja a las compañías y particulares en una situación de indefensión. En Tameiga, otro asunto similar, al negarse la comunidad de montes a renovar el permiso de estancia a las naves industriales implantadas en Monte Faquiña (cerca de Puxeiros), pese a existir un fallo judicial que avala su continuidad. “Es un problema muy grave, porque afectará a todas las compañías, entre ellas algunas muy potentes como Copo, y otras de transportes y logística".

“El problema no se va a resolver, no hay terreno”

El gerente de Aemos señala que el problema al que se enfrentan las empresas que quieren crecer en Vigo y en Mos es el mismo y no tiene solución “porque no hay suelo”. “No hay terrenos empresariales en ninguno de los dos municipios, aunque se va a desarrollar un polígono en Mos”, explica Francisco Domínguez. Lo sorprendente es que la Plisan sí dispone de superficie de sobra, pero hasta el momento solo ha tenido un éxito muy reducido, pese a la fuerte inversión realizada durante años. Hasta ahora solo una nave se ha abierto en los tres millones de metros cuadrados del polígono, la conservera Albo, que cerró su planta en Vigo, donde lleva un siglo implantada, para abrir en la Plisan. Hay otras firmas que han confirmado su instalación, pero la comercialización no supera el 15% del total del suelo puesto a disposición, mientras enfrente, en Portugal, los parques están llenos.