Empresas de compra de deudas se lanzan en busca de morosos

Las empresas que se dedican a comprar deudas, principalmente a entidades financieras, han iniciado una nueva ofensiva para reclamar impagos pendientes a vigueses morosos. El número de reclamaciones que llegan a los juzgados de Vigo se ha multiplicado en los últimos meses, según confirman desde la Oficina de Notificaciones y Embargos, encargada de entregar esos requerimientos. El problema, explican, es que se trata en su mayoría de deudas de hace años incluso algunas de la crisis de 2008 o anteriores y en ocasiones hay problemas para poder localizar al deudor. “Los domicilios que constaban entonces en muchos casos han cambiado”, señala el letrado judicial, por lo que resulta complicado entregar la notificación a la persona que va dirigida.

Aunque este tipo de reclamaciones de deudas siempre han existido, (impagos de créditos principalmente), se ha detectado una nueva oleada con multitud de reclamaciones. Estas se notifican al deudor, que tiene un plazo para alegar. No obstante, “hay que tener en cuenta que las deudas prescriben, si no se han reclamado durante el tiempo establecido. Mucha gente no lo sabe, no consulta y puede que acabe haciendo frente a un impago prescrito”.

Las deudas elevadas contraídas por los bancos con la crisis pasada, no solo de particulares sino sobre todo de negocios y sociedades quebradas con la burbuja inmobiliaria y el parón de la construcción, son en ocasiones adquiridas por empresas a un menor precio, lo que les posibilita poder incrementar beneficios si consiguen mediante la vía judicial que el deudor haga frente a los impagos.

Precisamente, la prescripción podría ser una de las razones por las que este tipo de empresas reclaman por oleadas para poder seguir intentando el cobro. Ahora mismo, se trata de uno de los fenómenos que más se han incrementado en los juzgados, junto con el resto de requerimientos de impagos desde facturas a créditos de tarjetas con importes incluso menores a los 2.000 euros. La situación ya ha generado problemas en la jurisdicción civil, asfixiada por la carga de asuntos que no para de crecer. De hecho, los propios jueces de Primera Instancia acordaron en junta remitir a la sala de gobierno del Tribunal Superior de Xustiza la creación de un nuevo juzgado, y eso que este mismo año entró en funcionamiento el número 16.