Eiras ya nota el descenso de sus reservas, en el 60 por ciento

Las reservas continúan bajando en los embalses de Vigo tras un verano muy seco pese a las lluvias de septiembre

Publicado: 16 sep 2025 - 06:40 Actualizado: 16 sep 2025 - 10:41

La salida de agua de la presa hacia el río, con el caudal ecológico mínimo.
La salida de agua de la presa hacia el río, con el caudal ecológico mínimo.

El embalse de Eiras comienza a notar visiblemente el descenso del nivel, que ahora se situaría en torno al 60 por ciento, a un ritmo estable de tres puntos por semana. La falta de lluvias durante un verano muy seco -prácticamente nada en julio y muy poco en agosto- y las precipitaciones débiles de septiembre no han permitido que la presa haya mejorado de forma sustancial. No obstante, en Fornelos, una de las zonas más húmedas no solo de Galicia, sino de toda España, se han recogido este mes 109 litros, que al menos en teoría permitirían mejorar ligeramente los ríos y arroyos que alimentan la instalación hidráulica que sirve a Vigo y municipios del área metropolitana.

La situación real y perspectivas serán analizadas de nuevo esta semana en la reunión de la Oficina da Seca de la Consellería de Medio Ambiente. En la última se decidió mantener la vigilancia sobre las subzonas de Zamáns y Baiona, donde sus respectivos embalses se encuentran en peores condiciones. No obstante, no se declaró la prealerta de sequía, a la espera de ver la evolución, con la expectativa de que vaya mejor tras el final del verano, con la reducción de población estacional y con ello las necesidades de abastecimiento. Sí se mantenía en el área de Pontevedra, donde hay problemas severos. En cuanto a Vigo, el Concello decidió ya a finales de julio cortar las duchas de las playas y baldeos de las calles para ahorrar, y prohibir asimismo el llenado de las piscinas.

Como ya es conocido, Eiras se mantiene en sus niveles más bajos del siglo para esta altura del año, pero de momento no hay motivo de alarma, en especial tras la mejora de la potabilizadora de Vigo, que permite una gestión más eficiente del agua disponible. En estas condiciones, hay suministro garantizado hasta fin de año incluso si se mantiene la escasez de lluvias, como pasó en 2017, en que hubo una sequía excepcional. De momento, ya lo nota el río Oitavén, que se encuentra al mínimo, alimentado por el caudal ecológico obligado que sale de un único desagüe abierto en la presa.

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