Dotan al personal judicial de Vigo con trajes tipo EPI para ejecutar desahucios en pisos insalubres
El Servicio de Notificaciones y Embargos, que cuenta con trajes de protección tras intervenir en casos de ‘síndrome de Diógenes’, detecta un freno en los lanzamientos este verano
Aunque la mayoría de las ejecuciones de desahucios en Vigo se desarrollan con normalidad, los funcionarios de la comisión judicial encargados de esta labor se enfrentan en ocasiones a situaciones complicadas, como el tener que acceder a viviendas con problemas de salubridad. Fue a raíz de intervenir con inquilinos que sufrían el ‘síndrome de Diógenes’ cuando desde el Servicio de Notificaciones y Embargos de la Cidade da Xustiza se solicitó a la Xunta trajes de protección tipo EPI, con los que ya cuentan desde poco más de un año.
Desde dicha oficina aseguran que uso no es muy frecuente pero lo llevan siempre que hay sospechas de que puede tratarse de un inmueble con este tipo de problemas, por tener constancia de denuncias de vecinos por el mal olor o la proliferación de insectos.
Lo cierto es que en lo que va de año, no se han registrado lanzamientos ni arriesgados, en los que haya tenido que dar aviso a las fuerzas de Seguridad, ni tampoco en inmuebles donde la basura impida llevar a cabo su ejecución. De hecho, en el tercer trimestre del año, donde solo son efectivos dos meses (julio y septiembre) los desahucios se frenaron respecto al mismo periodo del año anterior.
Mientras en el verano de 2024, la oficina ingresó 70 órdenes de desalojo y ejecutaron 63, en el de este año, se recibieron 57 y se ejecutaron 55 ya que había 42 pendientes. El descenso de más de un 22% no significa que las demandas para echar de un inmueble al inquilino o hipotecado por impagos hayan disminuido, sino que puede depender de la carga de trabajo de los propios juzgados o de la paralización por vulnerabilidad, entre otras causas, inciden desde el servicio de los juzgados.
Los datos arrojan una media de más de seis desahucios a la semana, casi uno al día.
La gran mayoría sigue siendo por impago de alquiler, tanto de viviendas como negocios de todo tipo (cafeterías, oficinas…) y también de habitaciones. En lo que va de octubre ya se ejecutó uno y está programado otro en los próximos días. En menor medida, aunque sin desaparecer del todo, se han recibido órdenes de lanzamiento por impago de hipoteca, uno fijado este mes de un inmueble vacío que fue subastado.
En cuanto a la okupación, lo más frecuente en la ciudad no es ‘la patada en la puerta’ sino la relacionada con la posesión de un inmueble por uno de varios herederos, con varios casos registrados.
Los embargos ejecutados se duplicaron este verano
En cuanto a los embargos de bienes para hacer frente a las deudas con acreedores, entre los meses de julio y septiembre, el Servicio de Notificaciones y Embargos ejecutó un total de 55 e ingresó otros 54 para llevar a cabo. La cifra, comparada con la del mismo periodo del año anterior refleja que este año se duplicaron los embargos puestos en marcha, ya que durante 2024, se realizaron 25 y se recibieron 48.
En estos casos, la principal fuente de intervención judicial está en los inmuebles de todo tipo desde casas a pisos locales, así como terrenos o fincas, propiedades de las que se pueda obtener líquido para saldar las deudas. El juzgado también puede intervenir cualquier otro bien que pueda salir a subasta, embarcaciones, objetos de valor, pero los vehículos están saliendo de la ecuación, explican desde la oficina judicial, a menos que se trate de coches de lujo, ya que si tienen muchos años o kilómetros apenas hay interés por su adquisición.
Las cifras no obstante ponen de manifiesto que entre las órdenes que se reciben para ejecutar un embargo y las que se ejecutan, la media alcanza casi dos embargos al día de bienes de personas que no han podido hacer frente a los pagos de facturas o de créditos suscritos por atravesar dificultades económicas.
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