“¿Dónde has dejado la cuerda para atar a los niños?”
JUICIO RED DE TRÁFICO DE AFRICANAS
Los acusados dicen que cuidaban a los pequeños de 3 y 4 años. "no les dabamos pastillas para dormir era un medicamento"
nnn El momento más duro de la primera sesión del juicio estuvo marcado por el episodio relacionado con dos menores, dos niños de 3 y 4 años, hijos de mujeres sometidas por la red y que fueron rescatados de la vivienda que el matrimonio acusado tenía un municipio de Toledo. Según el fiscal, estaban desnutridos, atados, y padecían retrasos asociados con la situación de padecimiento, como el hecho de no hablar o no controlar los esfínteres.
Joy aseguró que la mujer que había estado primero en su casa de Móstoles le pidió que cuidara de su hijo mientras ella trabajaba fuera, "me dijo que era un mes y que me pagaría 250 euros por la comida y pañales, pero ella no volvía a por el niño y yo estaba harta de cuidarle sin cobrar, así que incluso llegué a ponerme en contacto con su madre en África". El otro menor también explicó que fue algo parecido, ya que la madre del niño perdió la persona que le hacía de cuidadora y se ofreció a hacerlo ella.
Su relato vino cuestionado por la reproducción de las conversaciones con su marido en las que uno preguntaba al otro: "¿Dónde has dejado la cuerda para atar a los niños? Hay un medicamento para que duerman" o instrucciones como "que lo ate bien al suelo".
La acusada se limitó a decir que "no fue como dicen" mientras alegó que las pastillas eran para uno de los niños y no eran somníferos sino que "eran unas gotas que había comprado la madre en la farmacia porque el niño estaba malo de la garganta". Respecto a la desnutrición y a los graves problemas que presentaban los pequeños cuando fueron rescatados afirmó "uno fue examinado por el pediatra y no dijo nada, pero no sólo los cuidé yo también su madre".
El marido aseguró que ataban a los niños porque un día "tuve que salir un momento y uno de ellos se escapó y salió corriendo por la calle, fue encontrado por la Guardia Civil y me lo llevaron a casa". Asimismo afirmó que no les tenían retenidos sino que ponían una cama bloqueando el acceso a la ventana "porque en otra ocasión se acercó a ella y se hizo daño".
La víctima que denunció señaló sin embargo a la policía que las amenazas con hacer daño a los niños eran constantes, que los utilizaban y los retenían para obligar a pagar las deudas con la organización. Las coacciones con las ceremonías de vudú se extendían según la denuncia a toda la familia, incluida la que se quedaba en África. "Yo no creo en el vudú, soy cristiana", insistió Joy.
Los pequeños llevaban meses retenidos en una habitación cuando fueron encontrados por la Policía tras una entrada y registro en la vivienda del matrimonio en un municipio toledano, según consta en la investigación.n
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