Un domingo entre cocido, foliadas y devoción al santo

ROMERÍA EN BEMBRIVE

San Blas demostró ser algo más que una fiesta parroquial, la romería concluyó con un mes de furanchos en Bembrive

Con poco tiempo de vigencia, el origen de la peña está en unos vecinos de Bembrive que “lían” otra vez a amigos de Vigo, Coruña y Santiago a celebrar el San Blas.

Boinas, pañuelos e incluso capas son las señas distintivas de las distintas peñas de San Blas. Muchos con la taza de vino colgada al pescuezo, recorren los furanchos del centro durante la mañana, se retiran a comer en un reservado y por la tarde, con menos afluencia pasan por la iglesia a venerar al santo.

A estos grupos, tradicionales de San Blas, se unen cada año miles de romeros que buscan fiesta y foliada, ya que panderetas, gaitas y tambores no faltan en ningún local. El buen tiempo propició ayer que la música saliese a la calle y los corros improvisasen en cualquier esquina.

San Blas es desde hace décadas punto de encuentro para grupos de amigos. Un ejemplo es la peña Parabarabara, una de las clásicas de la romería. Con actividad entre los cantos de taberna, deben su nombre a un tema mexicano habitual en su repertorio. Presumen de acudir cada año a cantarle al santo una composición propia que “habla de la romería de la peña". Con 27 años de trayectoria, sus integrantes hacen gala de ser exclusiva para hombres: “No aceptamos a las mujeres para preservar el grupo”, aseguran.

Sin tanto miedo al cambio, la peña de ferroviarios, con 30 años de historia, incorporó ayer a la primera mujer, Helena. Es una interventora destinada desde León, que es estrena en Vigo por la puerta grande.

Cientos de reservas y miles de consumidores llenaron los establecimientos de Bembrive, que hicieron su agosto en pleno febrero.n