Disney sonó en el Cunqueiro

Un trío interpretó clásicos populares en la unidad pediátrica del hospital vigués ante niños de tres a 12 años, algunos en tratamiento en el servicio de oncología

Estefanía, Carmen y Beatriz, ayer en el aula pediátrica del hospital Álvaro Cunqueiro.
Estefanía, Carmen y Beatriz, ayer en el aula pediátrica del hospital Álvaro Cunqueiro.

Beatriz Arenas Lago, soprano; Estefanía Fernández Agulla, flauta, y Carmen Pazos Sánchez, piano, interpretaron en el aula hospitalaria, la dependencia pediátrica del Cunqueiro con niños de oncología y otras patologías, obras principalmente de Disney. El trío se atrevió con películas clásicas como “Vaina”, “La Bella y la Bestia”, “Toy Story”, “El libro de la Selva”, “Aladín” o “La sirenita” entre otras muchas. Además, también incluyeron piezas de otros géneros como “Over the rainbow”, “Allelujah” de Eduard Cohen, “What a wonderful world”, de Louis Amstrong, “A quien le importa lo que yo diga” o canciones populares infantiles para los más pequeños. El rango era de tres a 12 años. 

“Ha sido maravilloso, precioso, la implicación de los niños y los padres fue total, el resto del hospital también pudo escucharlo, médicos, celadores, incluso algún paciente mayor se añadió a la sesión, que fue una auténtica maravila, creo que los niños estaban encantados y asombrados, también los profes”, explicaba Beatriz Arenas al finalizar la sesión. “Es un repertorio para niños, pero los mayores también lo disfrutaron porque les hace recordar su infancia. Para las tres ha sido más que gratificante verles sonreír, bailar, con entusiasmo. Estuvieron atentos toda una hora, nada fácil, de todos los conciertos que he hecho en el hospital, este ha sido especial”, añadió. Por su parte, Estefanía Fernández añadió que fue “enriquecedor por la conexión con el público y poder aportar algo positivo”.

No es la primera vez que Beatriz Arenas pasa por el Cunqueiro. En Navidad estuvo con Aland, el guitarrista, en la unidad de neonatos y en la UCI pediátrica “donde conocí a un niño muy especial al que le cogí cariño, era el único que estaba en la UCI y aunque él cree que le alegramos la vida, en realidad nos la alegró él a nosotros por su sonrisa, su interés y la energía tan bonita”, asegura. Y además, destaca que le encantaron las obras barrocas “y luego cantamos villancicos y obras de Disney, fue verdaderamente especial y cercano".

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