El juez de guardia decretó prorrogar la detención del hijo del hombre encontrado muerto en Sárdoma

CRIMEN EN SÁRDOMA

El juez de guardia decretó prorrogar la detención del hijo del hombre encontrado muerto en Sàrdoma. Pasará mañana a las 10 horas

a.J.P. vigo

Publicado: 13 ene 2019 - 01:00 Actualizado: 14 ene 2019 - 01:25

El detenido, en el centro, ayer a la salida del registro realizado por la tarde en su casa y en la finca familiar de Sárdoma.
El detenido, en el centro, ayer a la salida del registro realizado por la tarde en su casa y en la finca familiar de Sárdoma.

La Policía agotará las 72 horas máximas que fija la ley para pasar a disposición judicial al detenido en relación con el crimen del octogenario de Sárdoma, Manuel Alonso Rivas. El arrestado es el hijo menor de la víctima, también de nombre Manuel, quien el jueves por la tarde se derrumbó y confesó haber golpeado a su padre. Lo hizo durante una discusión por motivos familiares y después trató de ocultar lo ocurrido por miedo, llegando a trasladar el cuerpo hacia la zona del Lagares donde fue encontrado el día 7. Sin embargo, todavía quedan muchas incógnitas por resolver ya que el detenido no fue capaz de ofrecer una versión completa de los hechos debido al estado de extremo nerviosismo y ansiedad en el que se encontraba y que le llevó incluso a requerir asistencia médica. El presunto parricida habría asumido la culpa pero fue incapaz de recordar ni con qué golpeó a su padre ni cómo trasladó su cuerpo. Las preguntas por aclarar todavía alrededor de los hechos obligan a la Policía a continuar recabando pruebas antes de llevar al detenido ante el juez y a efectuar nuevas diligencias, entre ellas, la más importante, un nuevo registro de su vivienda, donde se esperaba encontrar el posible arma.

Tras la realización de la autopsia, los forenses, por los fuertes golpes que presentaba la víctima plantearon el tipo de objeto con el que pudo ser atacado. Respecto al traslado del cuerpo, todo apunta a la utilización de algún tipo de vehículo pequeño sin motor, algo que coincidiría con los testimonios recabados por este diario sobre un posible testigo, el conductor de un camión que habría visto de madrugada en el callejón familiar a un hombre con capucha llevando un bulto con una carretilla. Aunque se desconoce si la Policía llegó a encontrar una carretilla en la finca familiar, se sabe que el fallecido utilizaba una para trasladar leña, tal y como aseguró una vecina de la misma calle, quien relató que el hombre le llevaba madera a su hermana que vivía en Lavadores.

Sobre los motivos que habrían llevado al detenido, un trabajador del naval, de 43 años, tranquilo y nada conflictivo según sus amigos y vecinos, a acabar supuestamente con la vida de su padre, éstos irían ligados directamente a la mala relación familiar entre ellos que se habría agravado tras la muerte de la madre hacía apenas unos meses. El fallecido fue descrito como un vecino normal pero también peculiar y testarudo.

El crimen causó gran conmoción y sorpresa en los alrededores de la plaza de Moledo donde residían el octogenario y su familia y pocos podían creerse que el hijo pudiera haber hecho una cosa así. La denuncia de la desaparición fue puesta ante la Policía por una de las hijas el día 5 de enero, pero la muerte ocurrió días antes. Un amigo del hijo ahora detenido y su sobrino encontraron el cuerpo. Una vecina les informó de que el hombre había desaparecido y decidieron buscarlo en el camino donde él solía pasear temiendo que pudiera haberse caído. Ellos dos lo encontraron sobre las 15,30 de la tarde, a pesar de que durante toda la mañana, varias dotaciones policiales peinaron la zona, también por aire con el helicóptero, sin hallar rastro alguno del cuerpo. El octogenario fallecido era especialmente corpulento por lo que los vecinos todavía creen que el hijo no pudo hacerlo solo. Él no obstante no habría implicado a nadie más en este suceso.

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