La destrucción de expedientes en Vigo afecta a 15 crímenes sin resolver en 20 años

Las familias que luchan por encontrar culpables y respuestas a las muertes violentas o desapariciones de sus seres queridos tienen un feroz enemigo, el paso del tiempo. A la amenaza de un archivo definitivo sobre las causas judiciales por falta de autor conocido se suma también la de la destrucción física de los expedientes.

El expurgo de archivos judiciales ante la falta de almacenamiento, que acumula causas en los pasillos de los juzgados, ha incluido la destrucción de diligencias previas y si bien, de forma general, se trata de asuntos tendentes a la eliminación ya que en su mayoría corresponden a casos de menor gravedad o que ni siquiera llegaron a iniciar procedimiento judicial por falta de base indiciaria de un delito, como en toda regla hay una excepción. En ella se incluirían al menos una quincena de casos graves entre crímenes y desapariciones, aún por resolver ocurridos desde el 99 hasta la fecha, que están sobreseídos provisionalmente y cuyo plazo para el archivo definitivo y posterior eliminación finaliza a los 20 años. Ninguno habría logrado un auto de apertura de juicio oral al no haberse encontrado indicios suficientes de criminalidad para procesar a un sospechoso. La lista, no obstante, sería mucho mayor atendiendo a las fechas posteriores a 1946, el límite máximo para considerar las diligencias previas como documentación de conservación permanente.

El porcentaje de este tipo de expedientes respecto a las miles de causas acumuladas no es significativo, pero sí lo es su contenido. La norma general de valoración que resta valor histórico e informativo a las diligencias previas no especifica la excepción, cuya afectación sobrepasaría el valor legal o jurídico.n