Las descargas en O Berbés caen en picado desde el cierre de 87 zonas de pesca por la UE
La primera lonja de Europa acumula dos caídas muy importantes en octubre y noviembre tras hacerse efectiva la clausura de caladeros en el Atlántico
No es casualidad: las cifras de movimiento de la lonja del Berbés han caído en picado desde que la Comisión Europea ordenó el cierre total o parcial de la pesca de fondo en 87 caladeros del Atlántico, entre Portugal e Irlanda. Lo habían avisado los armadores y los distintos responsables de las organizaciones pesqueras y se ha confirmado con los números ya certificados por Puertos del Estado. En los dos últimos meses, octubre y noviembre, se ha reducido en un 20 y un 15 por ciento las toneladas en O Berbés con respecto al mismo período del pasado año, justo coincidiendo con la efectividad de la decisión comunitaria. En el acumulado, la caída ya resulta muy visible, casi un nueve por ciento hasta el 30 de noviembre, con poco más de 30.700 toneladas. De momento, Vigo continúa al frente en cuanto a fresco en las estadísticas de Puertos del Estado, con Coruña muy cerca, al alcanzar 26.163 toneladas, con un descenso menos significativo, del tres por ciento en 2022. De continuar la tendencia, y todo apunta a que así será, O Berbés podría perder su hegemonía anual, que mantiene ininterrumpidamente desde hace más de medio siglo, salvo de forma puntual en algún mes. A cambio, el valor de la pesca en subasta y por tanto ante el consumidor ha subido con fuerza, consecuencia de la falta de producto.
De todo ello ya habían alertado los principales portavoces del sector pesquero, que han visto confirmadas sus previsiones negativas por la decisión comunitaria, que esperan que pueda revertirse con los recursos planteados y los informes científicos. Javier Touza, presidente de ARVI, ya advertía de que las empresas tendrían que realizar reajustes y buscar otros caladeros, y advertía de que en la campaña de Navidad los precios se iban a incrementar para aumentar la rentabilidad. Touza señala que la fresca se encamina a convertirse en una especie de “delicatessen”.
Pérdidas millonarias
El presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo, el vigués Iván López, ya había alertado de la inevitable caída en las capturas debido a que los barcos están buscando nuevas zonas donde pescar y había calculado que la medida tendría un impacto anual de unos 80 millones de euros menos de facturación de la flota gallega. Los buques se desplazaron a las zonas donde al menos por el momento sí se permite pescar, pese a que que en algunas especies, como por ejemplo la merluza, quizá el sector no sea capaz de pescar el total de toneladas que se les permite. Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, calculaba que las descargas procedentes de la pesca de palangre en un 50% en el primer mes desde la entrada en vigor del veto, con pérdidas superiores.
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