Cinco detenidos por explotación sexual a mujeres en chalés de lujo de Vigo

La declaración de dos víctimas, testigos protegidos, así como una denuncia anónima recibida a los servicios centrales de Extranjería, ha permitido a la Policía de Vigo desarticular un presunto grupo criminal dedicado a la explotación sexual de mujeres además de al tráfico de drogas, actividad delictiva que centralizaban en dos chalés de lujo y en un centro de masajes de la calle Pizarro.

Según informó ayer la Comisaría, el grupo de la Brigada de Extranjería, Ucrif, comprobó a través de una investigación, mediante vigilancias y registros, que detrás de la gestión de estos centros hay un grupo en el que cada miembro tiene asignadas distintas funciones, dirigidas a controlar y supervisar el ejercicio de la prostitución, además de distribuir sustancias estupefacientes en el interior de los chalés para las prácticas sexuales.

Los agentes, con autorización judicial, accedieron a dos chalés de lujo en Tomás Alonso y Ricardo Mella y en un spa urbano de Pizarro, lugares en los que se intervinieron diversa cantidad de cocaína y fármacos preparados para su distribución y consumo, útiles y 8.000 euros en efectivo, además de diversa documentación tanto de los negocios como de las mujeres que pasaron por esos lugares.

En total, fueron detenidas cinco personas, tres hombres de Vigo (uno con antecedentes policiales por tráfico de drogas y extorsión) y dos mujeres, una de nacionalidad española y otra colombiana.

Las mismas fuentes indicaron que uno de los detenidos, taxista, ejercía labores de apoyo a la organización. Entre sus funciones estaba el traslado de las mujeres, tanto a servicios de prostitución fuera de los chalés, como al control y espera hasta la finalización de dichos servicios. Además, se encargaba de trasladar la droga para los servicios externos etiquetados como “salidas” en los libros de contabilidad. Para ello, utilizaba su propio taxi, aunque cobraba un sueldo de la organización.

Segunda operación contra la trata en tres meses

La operación policial que ha desarrollado la Policía esta última semana es la segunda contra la explotación de mujeres llevada a cabo desde el mes de junio. Entonces, los agentes de la Ucrif lograron detener a un clan familiar que supuestamente gestionaba también chalés de lujo en Vigo y Poio donde, con el mismo “modus operandi” proporcionaban además droga entre los clientes. En aquella ocasión también fue detenido a un taxista que se encargaba de llevar a cabo las mismas funciones, de traslado y vigilancia de las mujeres así como de las sustancias estupefacientes. Al frente, se encontraba una ciudadana brasileña, a la que se le atribuye un entramado de empresas para gestionar estas actividades ilícitas mediante jóvenes procedentes de otros países sometidas al ejercicio de la prostitución, llevada a cabo en inmuebles de la ciudad y de la provincia y que, según la Policía, habían comenzado a trabajar al menos desde el mes de marzo