Los desahucios siguen en caída tras dos años de la ley de vivienda

Con el impago de alquiler como principal causa de desahucio en Vigo, las demandas que se interponen en los juzgados por parte de los propietarios siguen cayendo. Los datos aportados por la Oficina de Notificaciones y Embargos, referentes al primer trimestre del año reflejan no solo un descenso del 26,3% respecto al mismo periodo de 2024, sino además la cifra más baja de lanzamientos ingresados desde el covid, sin tener en cuenta el 2023, cuando la huelga de letrados judiciales paralizó toda actividad.

En total, se recibieron 67 demandas y se ejecutaron 66, una cifra también menor a la del último trimestre del año pasado, cuando las peticiones llegaron a las 74 y que se registra a punto de cumplirse los dos años desde la entrada en vigor de la ley de vivienda. Los requisitos estipulados para grandes tenedores y la ampliación del concepto de vulnerabilidad fueron los cambios más importantes introducidos en la normativa.

Fuentes de este servicio corroboraron que la gran mayoría de desalojos que se ejecutan tienen que ver con inquilinos y no tanto con propietarios que no han podido hacer frente a la hipoteca, si bien apuntan a que estos últimos procesos, los de ejecuciones hipotecarias son mucho más largos y pueden llegar a dilatarse durante años hasta hacerse efectivo.

Sobre las causas de esta caída en los lanzamientos, además de las reformas normativas, está muy presente el atasco de los juzgados de Primera Instancia. El aluvión de demandas antes del 3 de abril para evitar la obligatoriedad de la conciliación previa ha dejado en un segundo plano otros procedimientos, como los referidos a desalojos o embargos.

De hecho, también se ha registrado una disminución de las demandas para embargar bienes, que han pasado de las 83 ingresadas de enero a marzo a las 97 durante el mismo periodo del año pasado. En cuanto a los que se ejecutaron, la cifra fue de 95 frente a los 103 llevados a cabo entre enero y marzo de 2025.

Con la falta de vivienda como centro de preocupación social de forma generalizada en todo el país y los precios disparados, los desahucios se extienden no solo a viviendas en alquiler, sino a habitaciones de pisos compartidos, llegándose incluso a detectar el año pasado los primeros casos de trasteros, utilizados como lugar para pernoctar por personas sin opciones a un inmueble.