Derriban una casa en Vigo tras un año de angustia para los vecinos

La angustia de los vecinos de Ponte Segade, en Sárdoma, comenzó ayer a rebajar su intensidad tras comenzar a trabajar las máquinas sobre una vivienda, que había sido apuntalada de urgencia tras sufrir dos derrumbes parciales. Las labores de demolición se iniciaron causando daños en el inmueble sobre el que se sostenían los refuerzos y cuyos residentes se vieron sobresaltados a la hora de comer. 

Por fortuna, solo afectó al muro exterior, que será respuesto por completo por la misma empresa que realiza los trabajos por orden del Concello. 

Ha sido un año en el que los vecinos sufrían cada vez que pasaban delante de la vivienda, algunos, sin otra opción. El estado, comentaba, era ruinoso y se “veía que se iba a caer”. Sin embargo, la decisión no llegó hasta hace unas semanas cuando el desplome de un lateral activó la alarma. Los cascotes cayeron directamente hacia la calle instantes después de pasar una familia, que se salvó de milagro. 

Los técnicos municipales revisaron el estado del inmueble y finalmente el Concello ordenó comenzar el derribo, cuyos trabajos tendrán que ser abonados por la propiedad. No obstante, de momento, explican los residentes, “solo se va a tirar la mitad de la casa porque aseguran que el resto no está tan mal y eso nos intraquiliza". Más si cabe cuando tras iniciarse los trabajos, el grave deterioro de la estructura no pudo evitar que hubiera un desplome incontrolado hacia otra finca. De ahí, que los vecinos quieran que el derrumbamiento sea completo para evitar nuevos riesgos.