"El déficit de médicos es brutal, pero en 10 años nos pasaremos"

El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, aseguró ayer en un encuentro celebrado en Vigo que la escasez de profesionales vivida en la actualidad se revertirá en cuestión de unos 10-15 años para atender a una sociedad más longeva. “El déficit de médicos que tenemos en la actualidad es brutal, pero en 10 años nos vamos a pasar de frenada”, afirmó. Esto de deberá a la gran cantidad de formación existente, sobre todo en las especialidades de pediatría, atención primaria y psiquiatría: “Llegaremos a un punto en el que vamos a tener más gente formándose que personal que se jubila. Por ello necesitamos un plan de recursos humanos para ver qué necesitamos a medio y largo plazo”. En ese plan contempla dar más responsabilidad a la categoría de enfermero, y que la sociedad entienda que el cuidado de la sanidad pública “es cosa de todos. Ahora existe un sobreabuso, o gente que ha querido anular su cita y no ha podido porque los sistemas no son ágiles. Tenemos que tener más comunicación con la sociedad”. 

Caamaño incidió en la necesidad de optimizar recursos en la sanidad viguesa y autonómica y darle más peso a la asistencia a domicilio, adaptándola a las nuevas tecnologías existentes y a la inteligencia artificial. “Queremos desplazar el cuidado a la casa de los pacientes”, aseguró el conselleiro, quien aseguró que el dominio de las apps en la población mayor es excelente y que esos avances serán utilizados para “medir todo lo medible”. Con ello se pretende desde Sanidad mejorar la gestión de los recursos disponibles y centrarse en el resultado final: “Hay que priorizar más y enfocar en que nos cuiden bien, porque hay una demanda incontrolable”. 

El conselleiro aseguró que en el área sanitaria de Vigo las listas de espera se han reducido aunque el control de estas listas “es relativa, al igual que el número de camas en cada hospital. Queremos eliminar la medicina marginal, que no aporta valor, y adaptarlo a la realidad social, demográfica y tecnológica”. Por tanto, avogó por un modelo de flexibilidad profesional para mejorar la gestión de los hospitales y conocer realmente la necesidad de los trabajadores y los pacientes. “Los recursos hay que optimizarlos mejor. Los jóvenes quieren una sanidad más rápida al ser utilizada de forma ocasional y para los médicos ya no importante tanto el dinero, sino la conciliación. No podemos tener horarios cerrados”, indicó Caamaño. 

Elogió dos facetas de la sanidad viguesa y gallega: el historial clínico electrónico y la vacunación. “Es la mejor del mundo”, señaló. Asimismo, como experto en oncología, incidió en la necesidad de seguir haciendo más cribados a la sociedad e implementar a los ya existentes (colorectal, mama y cérvix) las pruebas de próstata y pulmón. “Queda mucho trabajo por hacer en esta materia, pero es que el cáncer consume muchos recursos”, dijo. Aseguró que, en términos generales, la sanidad gallega goza de buena salud.

"No podemos poner psicólogos en todos los centros"

Gómez Caamaño admitió que los datos recopilados con respecto a la salud mental en Vigo y Galicia son “preocupantes”, debido a la época postpandemia. “No estábamos preparados”, asumió. Sin embargo, se encuentra en evaluación un plan que se desarrollará en los próximos años y sumar más integración de especialistas en atención primaria, aunque “no podemos poner psicólogos en todos los centros. Así que tenemos que cubrirlo de la mejor manera”. Incidió en el déficit brutal, en la línea de médicos y especialistas, pero que se palian con medidas como estrategias para evitar el suicidio o talleres para sensibilizar a los más jóvenes: “Será difícil cambiar todo de un día para otro, pero sí podemos cambiar poco a poco”. 

Oferta de Povisa

Caamaño, "no contempla" que el hospital Povisa no envíe una oferta para el nuevo contrato antes del lunes, después de ampliarse una semana el plazo tras pedir el centro privado a la Xunta aclaraciones de dudas de interpretación de la documentación. "Yo no la contemplo. Si no hay una oferta, ya veremos el lunes", indicó. Todo ello después de que a finales de año el Gobierno gallego autorizase lanzar el contrato con Povisa por casi 195 millones de euros. Con todo, el contrato sufrió un cambio importante: pasa de ser un concierto a un contrato de servicios, por lo que debía salir a licitación.