La cúpula de Caixanova vuelve al banquillo por Alfageme y Massó

Los exdirectivos de las cajas de ahorro gallegas volvieron ayer al banquillo. La que fuera cúpula de Caixanova, liderada por el expresidente Julio Fernández Gayoso, además de otras siete personas se enfrentan ahora a presuntos delitos de blanqueo de capitales y delitos societarios por los préstamos concedidos a la empresa Promalar para la compra de la conservera Bernardo Alfageme.

La vista en la Audiencia Nacional quedó no obstante aplazada hasta el nueve de mayo después de que el letrado de Juan Lago, dueño de la promotora Promalar, también investigado, renunciara a su defensa. La Fiscalía acusa a los exdirectivos de conceder créditos a la mencionada promotora para que comprara la quebrada Alfageme a sus accionistas, vinculados a Caixanova, lo que generó supuestamente un perjuicio de 80 millones a la caja y pide para todos los involucrados en la operación penas de entre tres y ocho años de cárcel además de inhabilitación y multas de hasta 150.000 euros. La intención de los acusados, sostiene la acusación era que los accionistas de la conservera pudieran salir de la misma en condiciones favorables y en perjuicio de la entidad de ahorros.

Antes de acordarse el aplazamiento, se resolvió la cuestión de competencia territorial sobre el asunto, rechazando que este se trasladara a la Audiencia provincial de Pontevedra, como sí ha ocurrido con el caso Masso, otra de las causas contra antiguos directivos de Caixanova, por el proyecto fallido para reconvertir la conservera de Cangas en un complejo residencial y hotelero, que llegó a encargarse al prestigioso arquitecto Norman Foster y que habría supuesto la pérdida de 43 millones para la caja.

De hecho, el reciente fallo del Tribunal Supremo, del viernes pasado, resuelve que la causa se juzgue finalmente en la Audiencia provincial con sede en Vigo y no en la Audiencia Nacional, como el de Alfageme.