‘CULTURA, MASONERÍA Y PROTESTANTISMO QUERÍAN POTENCIAR LAS LIBERTADES CIVILES’

José Luis Fernández Díaz presentó ayer en la iglesia evangélica de la calle Colombia su obra ‘Pioneiros protestantes na Atenas de Galicia’, uno de los primeros estudios sobre esta minoría religiosa en la ciudad de la burgas. Protestante confeso,su abuelo, el farmacéutico José Fernández Carnicero fue el fundador de su congregación en Ourense, en la segunda mitad del siglo XIX (1877). Con esta obra, Fernández Díaz recupera al historia de un grupo minoritario, pero muy relacionado con los ámbitos culturales, sindicalistas y masones de la localidad.

¿Por qué denomina Ourense como la Atenas gallega?

Es un término que define el dinamismo cultural que tenía la ciudad en los años 20: Risco y Pedrayo, responsables de la revista Nós seran ourensanos, al igual que Basilio Alvárez, promotor del Agrarismo y del periódico Zarpa, además de otros movimientos como Académicos de Ourense.

¿Es en estos círculos dónde se mueve el protestantismo a su llegada a la ciudad?

Los representantes de la cultura se fueron acercando a los protestantes y a los masones porque todos, aunque cada uno por distintas vías, buscaban lo mismo: potenciar las libertades civiles e individuales. Los protestantes son el pueblo del libro, ya que su fe se basa sólo en la lectura de la biblia, sin dogmas ni encíclicas. Los primeros en llegar fueron los colportores, los vendedores de biblias. A partir de ahí surgieron los editores que entraron en relación con los intelectuales. Esto se hizo más evidente en figuras como el ourensano Curros Enríguez, que fue bautizado en una iglesia evangélica en Madrid, y además era miembro de la logia masónica.

Además de en Ourense, ¿qué importancia tuvo esta práctica en otras localidades?

Marín también fue un centro importante del protestantismo en Galicia, al igual que Vigo, que inauguró su primera iglesia a mediados del siglo XIX. En esta ciudad, la introducción de esta fe está relacionada con el movimiento de emigrantes. Precisamente fue un vigués, Pablo Núñez, un visitador farmacéutico, quien trajo una biblia procedente de Cuba y se la entrego a mi abuelo, el cual acabo fundando la congregación de Ourense.

¿Cómo fue la convivencia con los católicos?

La izquierda, la masonería y los protestantes estaban en el punto de mira de la Iglesia. En Ourense tardaron casi 30 años en poder abrir un local de culto. Fue en 1922, en una casa de un masón.