Cuando conocí a testigos de la presencia de los submarinos nazis en Vigo
EPISODIOS VIGUESES
En 2013, se consideró que un pecio localizado cerca de las islas Cíes era uno de los submarinos alemanes que entraban en Vigo durante la II Guerra Mundial, por ser este puerto uno de sus bases de aprovisionamiento, descanso y relevo de tripulaciones. El buque pudo ser uno de varios de los que los destructores británicos lograron hundir, especialmente en 1943 según los estudiosos de la guerra naval, y que anotan al menos que en esa zona fueron hundidos tres submarinos (los numerales U-506, U-134 y U-523) y que un cuarto, el U-760, pudo escapar con graves daños y se refugió en Vigo, donde permanecería hasta el final de guerra y sería entregado a los aliados. Tuve la suerte de poder recoger en persona dos testimonios irrefutables. Uno de ellos de un oficial de destructores de la Royal Navy, que me contó que su buque patrullaba en cerca de Cíes a la espera de que los sumergibles nazis salieran de Vigo. Otro, el del hijo del vicecónsul británico en la ciudad, quien me contó que cada vez que se le cortaba la luz al consulado, sabían que había submarinos de Hitler en la Ría. De modo que tenían un sistema especial de enlace con Portugal para avisar a los buques de guerra británicos.
Al contrario que A Coruña, que siempre fue aliadófila, la influencia alemana en Vigo tiene una larga historia al margen del propio nazismo y en ese sentido, fue poderosa la del en su momento prestigioso Colegio Alemán. Las dotaciones de los submarinos de Hitler que recalaban en Vigo disponían en las orillas del río Verdugo de un lugar de especial asueto, la finca era propiedad de un relevante personaje alemán en Vigo, Von Haise. Vecinos de Arcade recuerdan ver subir por el Verdugo las lanchas que conducían a las dotaciones, e incluso recuerdan que más de una vez, por errores de navegación, vieron a alguna de estas embarcaciones embarrancar en las islas Alvedosas. También recogí este testimonio de testigos de estos hechos.
En aquellos años, en esta parte de Galicia se vivía un episodio de la II Guerra Mundial, mientras los oficiales nazis se solazaban en la finca del Verdugo, cerca de allí, en el Castillo de Soutomaior ondeaba la bandera norteamericana. Como es sabido, hace años tuvo mucho éxito la película “Das Boot”, “El Submarino”, basada en la novela de Lothar Gunter Beccheim, del mismo nombre, en alguno de cuyos pasajes, el submarino entra en Vigo a abastecerse, donde la marina de guerra alemana tenía destacado de modo permanente un buque de aprovisionamiento, el “Bessel”. Aunque oficialmente, la España de Franco era un país “no beligerante”, Vigo era un elemento esencial en la estrategia de los submarinos de Hitler, como revelarían no sólo los hechos conocidos sino los documentos y memorias del almirante Döenitz, creador del arma submarina nazi, quien sobrevivió pese a sus responsabilidades y falleció en 1980.
Los británicos disponían de un excelente servicio de información aquí. Hace años, en conversación con un crucerista inglés me contó que él sirviera como oficial en los buques que intentaban cazar a la salida de Vigo a los submarinos enemigos, por lo que siempre sintiera especial interés por conocerla ciudad. Por otro lado, también pude escuchar en primera mano el modo en que el consulado británico, al que se trataba de impedir que pudiera utilizar sus medios de enlace para avisar a la Royal Navy de submarinos nazis repostando.
No existe una estadística concreta del número de estos buques hundido en las proximidades de las Cies. De los 41.000 hombres que sirvieron en el arma submarina de Hitler más de 26.000 quedaron en el fondo del mar. Pero fueron tan eficientes que causaron graves daños al sistema de convoyes aliados que abastecían al Reino Unido. En una librería de viejo de Vigo encontré hace años un valioso documento, titulado “The Almiranty regrets to annuence…”, es decir, como se iniciaban los partes de baja del Almirantazgo británico, usado como título por parte de la marina alemana para elaborar las estadísticas de sus propias acciones.
Este fue siempre uno de los episodios que siempre me interesó y tuve la suerte de recoger testimonios de primera mano sobre el mismo.
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