Cruz Roja muestra la huella de la guerra en las mujeres

La ONG inauguró ayer en la Casa das Artes una exposición sobre víctimas de conflictos

Destacar la capacidad de superación de mujeres sometidas a conflictos bélicos e informar sobre la actuación de la Cruz Roja en las guerras es el doble objetivo de la exposición que ayer se inauguró en la Casa das Artes, donde permanecerá diez días.

Publicado: 04 ene 2012 - 14:01 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:42

Foto:Vicente
Foto:Vicente

Sus testimonios dan contenido a una muestra que recrea un campamento de refugiados, con camas o kit sanitarios y alimenticios reales.

El recorrido contempla seis paradas: la mujer y la violencia sexual; la combatiente; la detenida, la desplazada, la que busca a familiares desaparecidos y las integrantes de poblaciones civiles en guerra. En total, once visiones que narran la crudeza de sus historias personales a través de audivisuales.

Sarah es una adolescente de Sierra Leona que fue violada y posteriormente rechazada y estigmatizada por su sociedad: “Nos entregaron al líder del grupo que tenía un arma. Yo solo quería salvar mi vida”. Resultado de esa agresión se quedó embarazada y tuvo una hija. Ahora aprende peluquería con otras jóvenes en la misma situación.

Nasrin, de Afganistán, forma parte de la ese segmento de la población civil que se ve afectado por la guerra. Fue alcanzada por una mina y se le amputó un miembro: “Me estoy acostumbrando a esta nueva pierna, pero es difícil trabajar en los campos como hacía antes”. Su compatriota Nah bibi sintió la presión de la guerra: “Hay soldados por todas partes”.

Una vez finalizado el conflicto son las mujeres las que afrontan la dolorosa búsqueda de los desaparecidos. Dridza, de Srebrenica (Bosnia) encontró los restos de su marido y uno de sus dos hijos, sin poder identificar cuál: “Hace seis años perdí la pista de mis hijos y mi marido. En Bosnia aún hay 10.000 desaparecidos y sólo 4.000 cadáveres, muchos sin identificar”.

Olja, de Yugoslavia, tardó en saber la suerte de su familiar: “Antes de encontrar su ropa iba siempre a la iglesia y encendía una vela por él, pero me preguntaba si estaría mal no encenderla debajo, donde se dedican a los muertos”.

“El principal problema al que se enfrentan nuestros voluntarios es vencer el hermetismo de las víctimas”, apunta Alexandra Gabarrón, gestora de la exposición.

Junto a las declaraciones en primera persona, la muestra contiene mensajes originales que custodiados por la Cruz Roja, enviaban los españoles en la Guerra Civil a familiares en el otro bando. Así, Manuel Fernández de Barcelona supo que su padre había sido evacuado sin novedad de Zaragoza, o la familia de Vicente Mazal, de Mallorca, conoció que sus familiares habían llegado bien a Marruecos. El conflicto español supuso la inauguración de este sistema de correo. Actualmente, se mueven unos 300.000 mensajes en todo el mundo.

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