Cristina López Barrio: "En el 35 existía la esperanza de hacer una España mejor a través de la cultura"
Es su octavo título que obtuvo el premio Azorín con una historia de amor, envuelta en las misiones pedagógicas durante la República española
Cristina López Barrio regresó a Vigo con su nueva novela, “La tierra bajo a tus pies”. Es su octavo título que obtuvo el premio Azorín con una historia de amor, envuelta en las misiones pedagógicas durante la República española, del que habló para Atlántico.
El Premio Azorín es una buena forma de promocionarse.
Ha sido el broche de oro para esta aventura que supuso escribir esta novela y que ahora ya es de los lectores.
El contexto en el que se desarrolla “La tierra a tus pies” es el de las misiones pedagógicas. Un episodio bastante desconocido.
Es una pena que pierda la memoria de un proyecto que se llevó a cabo en España. Parte a finales del siglo XIX, muy ligado a la Institución de Libre Enseñanza. Su objetivo era llevar la cultura las aldeas más recónditas, proyectaban películas y representaban obras de teatro, ponían música en gramófonos y crean bibliotecas. Pretendían acercar el campo a la ciudad. Entonces había un abismo entre los dos mundo. Solían decir que las misiones son de ida y de vuelta, porque también favorecían a que los estudiantes e intelectuales conozciesen las aldeas y descubriesen los “tesoros escondidos”. Buscaban en las raíces del folklore. Fue un proyecto maravilloso poco entendido, ya en 1935 le habían recortado el presupuesto, no le veían utilidad.
Al final lo frustró la guerra.
Las últimas misiones comenzaron en el 36, el año de la guerra. Muchos maestros se exiliaron y llevaron la idea con ellos, reproduciéndola por ejemplo en Uruguay. Otros se alistaron y muchos fueron procesados. La novela se fija un año antes, cuando había la esperanza de hacer una España mejor a través de la cultura. La modernidad llegó a través de la mujer, que ya tenía el derecho al voto y empezó a participar en las tertulias. Aquello termina y se queda encapsulado. ¿Qué habría pasado sin la dictadura? Supongo que habríamos llegado mucho antes.
Combina personajes ficcionados con reales. ¿Cómo los enlaza?
La familia de la protagonista, Cati, es poco convencial. Su padre es extranjero, griego de origen eslavo, y su madre sufragista. Son bastante excentricos, de clase social alta. Me basé en Victoriana Durán, una pintora de Residencia de Estudiantes que siempre me fascinó, y en Julio Romero de Torres, un artista que me inspiró al amante de Cati.
Quedan frentes abiertos, ¿habrá una segunda parte?
Podría tener continuidad, no me lo he planteado.
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