Crecen los conflictos ante el juez en Vigo por cómo educar a los hijos

Aunque las rupturas sentimentales en Vigo siguen siendo mayoritariamente de mutuo acuerdo, según la estadística judicial, cuando hay hijos de por medio, la situación se complica. El aumento de procedimientos que llegan a los juzgados de Familia por desavenencias entre padres y madres separados en relación con aspectos sobre la educación de los menores es imparable. 

Si en 2018 apenas hubo once expedientes ante el juez, 2024 finalizó con 186, diez más que en 2023. Las discrepancias más comunes están relacionadas con la elección del centro de escolar, según fuentes jurídicas. Tanto la cercanía del colegio como el tipo de educación (pública o concertada) son aspectos en los que madres y padres no se ponen de acuerdo. Pero hay otros muchos asuntos relacionados con el ejercicio de la patria potestad, como los tratamientos psicológicos y médicos o incluso temas vinculados a una creencia religiosa, como la celebración de la Primera Comunión. 

Junto a la elección del centro escolar, es también frecuente tema de controversia los cambios de residencia o domicilio. Este aspecto puede influir directamente en los convenios establecidos sobre la guarda y custodia. Además de los asuntos de Jurisdicción Voluntaria referentes a menores, los de Familia en general siguen en aumento, alcanzado el año pasado los 207 en Vigo y en ellos se incluyen también se incluyen los relacionados con el ejercicio inadecuado de la potestad de guardia. El juzgado podrá tomar medidas para garantizar alimentos y futuras necesidades del menor, así como evitar que el cambio de dicha guardia pueda afectar de forma negativa al menor impidiendo de igual forma el riesgo de una sustracción de menores por parte de uno de los dos progenitores. Asimismo, se incluyen asuntos que estén relacionados con el ejercicio inadecuado de la potestad de guarda o de administración de los bienes del menor o persona con capacidad modificada judicialmente y en la administración de los bienes gananciales.

Las discrepancias tras una ruptura ya sea por divorcio, separación o finalización de una pareja de hecho dieron lugar a un aumento de solicitud de modificación de las medidas que habían sido acordadas inicialmente tras no lograr llegar a un consenso después de haberse zanjado la relación definitiva, porque una de las partes se muestra en desacuerdo con hacer cambios. Las mismas fuentes explicaron que una de las razones más frecuentes de petición de modificación de medidas tiene que ver con los cambios en la situación laboral y, por tanto, en la cuantía de la pensión.

Casi el 32% de rupturas sentimentales en Vigo corresponde a parejas de hecho

Vigo terminó 2024 con un descenso en divorcios y separaciones y un aumento de rupturas de pareja de hecho. La estadística de los juzgados de Familia de Vigo confirman la tendencia al alza de la fórmula de inscripción en el registro como alternativa a los matrimonios convencionales, ya sean por lo civil o por la iglesia.

En términos porcentuales, las rupturas de parejas de hecho, los ‘more uxorio' suponen ya casi un 32% de todas las disoluciones de parejas, concretamente un 31,8%. 

No obstante, durante el año pasado hubo un descenso en el número de parejas que pusieron fin a su convivencia. En concreto, se produjo una disminución de cerca del 3% respecto a 2023, con un total de 771 disoluciones, entre separaciones, divorcios y more uxorio.

La estadística judicial de la oficina de reparto de los juzgados no diferencia entre separaciones y divorcios, ya que las primeras son un porcentaje muy pequeño, los matrimonios optan finalmente por el divorcio para poner fin de forma definitiva a la vida en común hasta ese momento, frente al carácter temporal del popular “darse un tiempo”. 

Mientras 184 matrimonios tuvieron que acudir al juez para que decidiera sobre las medidas a adoptar por falta de acuerdo entre las partes, un total de 345 lo hicieron de mutuo acuerdo sin necesidad de una intervención judicial y solo suscribiendo las condiciones consensuadas ante el tribunal.

La tendencia se repite con las parejas de hecho. Fueron en total 148 las que rompieron su relación de mutuo acuerdo, frente a las 94 en las que las discrepancias impidieron llegar al consenso. La cifra, además se redujo en este último grupo, mientras se incrementaron notablemente los casos de disolución civilizada respecto al año 2023. Con todo, el número de parejas que pusieron fin a su relación a lo largo del año pasado llegó a una media diaria que superó los dos expedientes. 

Como en años anteriores, no se registró ninguna nulidad matrimonial ni ningún expediente para el reconocimiento civil en los tribunales de resoluciones matrimoniales canónicas. Es decir el reconocimiento en los juzgados civiles de anulación dictada por los tribunales eclesiásticos, lo que denotaría que las disoluciones de matrimonios por la iglesia que piden la nulidad son mínimas.