Crece el misterio por la mortandad de las gaviotas
Los últimos estudios en Cíes y Ons descartan las causas que se barajaban y confirman un descenso de cormoranes
El misterio de la mortandad de las gaviotas, cuyo número merma a ojos vista, parece más complejo de descifrar de lo previsto, a la vista de los resultados negativos de las primeras investigaciones realizadas sobre el porqué de su desaparición, un trabajo conjunto del Parque Nacional Islas Atlánticas con el Ministerio de Transición Ecológica. Ahora también se ha constatado una reducción de cormoranes, una especie ya de por sí más esquiva y poco abundante. Sobre las gaviotas, Xunta y el Ministerio, a través del Comité Científico de Parques Nacionales, se van a implicar en buscar las causas del descenso en España en la costa atlántica (un 70 por ciento menos en las Cíes en diez años). Existen datos también de menos aves marinas en el norte de Europa, por lo que es un fenómeno común y sobre el que se está investigando. En todo caso, según indicaron fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, que se ha implicado a través del Parque Nacional, en los primeros análisis realizados en aves presentes en Cíes, Ons y Sálvora no se detectó botulismo ni presencia de toxinas de procedencia de microalgas, que eran las causas que se consideraban más probable en la rápida disminución de la especie. “Es pronto para descartar cualquier hipótesis y por eso se está trabajando y buscando sinergias entre administraciones en la dirección señalada”, indicaron fuentes de la Consellería.
En cuanto a la situación de los cormoranes, buenas y malas noticias, aunque el avance de la memoria anual de seguimiento de aves marinas en el Parque Nacional también anota un descenso importante sobre los datos anteriores.
La población reproductora de cormorán (en gallego, corvo marino) en el Parque Nacional en 2022 se estima en 843 parejas repartidas en 12 localidades de cría, un número muy reducido con respecto al máximo registrado en el Parque Nacional, que había sido de 2.056 parejas en 2004. Por tanto, el censo de 2022 supone apenas el 40,1% del máximo registrado hace 18 años, una caída muy significativa de estas aves, nunca especialmente numerosas. A día de hoy, Cíes suma 310 parejas, Ons, 484 y otras 49 se encuentran en Sálvora. Estas 843 parejas reproductoras de 2022 representarían el 59,7% del censo gallego de la especie (1.412 parejas en 2022) y, de acuerdo con los últimos datos, el 45% del total ibérico de la subespecie aristotelis (1.860 parejas 2017). El 57% de la población del Parque se encuentra en Ons, el 37% en Cíes y el 6% restante en el archipiélago de Sálvora. El avance de la memoria del Parque Nacional resalta que la colonia más numerosa resultó ser Ons Norte con 396 nidos contados, lo que supone el 47% de los estimados para el total del espacio natural gestionado por la Consellería de Medio Ambiente. La mayor concentración se dio en el sector de Cova do Lobo (Ons Norte), con 153 nidos. En Cíes, los sectores con mayor abundancia fueron los 60 nidos en la isla Sur, y Punta Cabalo (57 nidos) y Perchán (39 nidos) en Monteagudo.
Parejas censadas
La buena noticia es que el número de parejas censadas supone un ligero aumento en relación con la estimación de 2021 (32 parejas más, un 3,9%) sin que existan diferencias relevantes entre los tres archipiélagos. Todas las colonias excepto las de la isla de San Martiño ganaron población con respecto de 2022. No obstante, los resultados de 2022 hacen que la tasa de crecimiento de los últimos diez años (2012-2022) sea ligeramente negativa en el conjunto del Parque Nacional (-1,70%) y más en los archipiélagos de Ons (-3,10 por ciento) y Sálvora (-4,29%) Sin embargo, la tendencia calculada para Cíes fue positiva (1,70%) aunque, nuevamente, con diferencias espaciales marcadas, ya que mientras en la isla del Faro la tendencia fue a la baja (-4,98%), las de Monteagudo y San Martiño aumentaron población (2,27% y 3,89).
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