Coren importa de la zona de conflicto la mitad de sus cereales
GUERRA EN UCRANIA
Más allá de la zona del conflicto bélico y las consecuencias in situ, la globalización de la economía traslada a Galicia los efectos de la recién iniciada guerra entre Rusia y Ucrania. El sector primario es una de las víctimas colaterales y el consumidor, como último eslabón de la cadena, pagará precios más caros en algunos productos.
Ucrania es el granero de Europa y surte de cereal a muchos países que lo usan para la alimentación humana y animal. El ambiente que se testa en la provincia es de profunda preocupación, desde las grandes empresas a las pequeñas o medianas explotaciones.
Sin titubeos el grupo alimentario Coren habla de “gran preocupación”. Así lo transmite Emilio Rial, director general del referente gallego en la agroindustria. La empresa ourensana importa cada mes de Ucrania unas 50.000 toneladas de cereal, sobre todo maíz y trigo, lo que supone en torno a un 50% de todas sus necesidades cerealísticas.
Rial recuerda que los costes de producción “ya se habían duplicado antes con la subida de las materias primas o de la energía y la guerra no hace más que elevar el nivel de preocupación”. Según datos de la cooperativa, el 75% del coste de cría de un animal procede de la alimentación, con lo cual el gasto ahora se incrementará con la subida del cereal. Un dato: este tipo de productos cotizan en la bolsa de Chicago y ayer mismo ya había subido un 6%.
Por lo tanto, el aumento de costes repercutirá en el producto que compra el consumidor. Andrés Mazaira, coordinador del Observatorio Económico Ourensán, tiene claro que en este sentido las consecuencias de la guerra son obvias “y si van a ser muchas o muchísimas lo iremos viendo”. Apunta a incrementos del petróleo o gas y los precios de los alimentos “se van a disparar, no solo la energía, sino los cereales, y eso se traduce en el pan y en la alimentación animal”.
Coren ha intentado paliar los efectos del conflicto y ha comprado el cereal en los mercados futuros “y eso nos permite tener un stock de producto, pero puede durar un mes o dos, no más”, indica Emilio Rial. El director general de la empresa pide “implicación internacional para solucionar este conflicto” y que “ante problemas excepcionales se requieren soluciones extraordinarias”.
Hay otros proveedores de cereal, pero no tienen la importancia de Ucrania. Por ejemplo, podría venir de Hispanoamérica pero por tratarse de países del hemisferio sur y vivir la fase final del verano, no disponen de producto.
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