"Consigo transmitir mejor el mensaje del fado con la sonoridad eléctrica"

nnn La portuguesa Lina Rodrigues, de 37 años, es la vocalista de un proyecto musical que está rompiendo esquemas. Fadista tradicional se unió al catalán Raül Refree, responsable de haber lanzado a Rosalía o a Silvia Pérez, presentando una fusión con la electrónica. Habló para Atlántico de su próxima actuación en Vigo, ciudad que ya conoce tras pasar por el Sinsal.

¿Qué surge de la unión de Lina y Refree?

Fue una unión propuesta por mi manager para revitalizar el fado, sumándole la forma de tocar de Raül. No pretendemos modernizar la canción popular, sino hacer algo distinto, cogiendo lo tradicional y aportarle una visión de futuro.

¿Así es como suena el fado del siglo XXI?

No sé si es el del siglo XXI, pero sí es el del futuro. Intentamos hacer aquello en lo que creemos y el público siente esta energía y nuestra felicidad.

Pero la nueva melodía mantiene su carácter melancólico.

Eso es algo que no se consigue apagar. Llevo quince años cantando en estilo tradicional y al interpretarlos en este nuevo proyecto, siendo con la misma fuerza, aunque las palabras adquieren mayor importancia. Consigo transmitir el mensaje del fado con más facilidad con la sonoridad electrónica de Raül que con los instrumentos tradicionales porque me deja más espacio para comunicar; crea un puente con el público.

En temas como “Medo” la voz parece ser tratada como un instrumento más.

Es una conversación musical que tenemos entre los dos. Acabamos por meternos tanto que es como si levantásemos los pies para a ir a otra dimensión.

En una propuesta tan intimista, ¿cómo es la conexión con el público?

En este proyecto no hay apenas pausas durante las actuaciones, tan solo para tomar aire. Queremos evitar que los aplausos nos desestabilicen y tengamos que empezar de nuevo para lograr esa concentración, un estado casi de meditación que requiere esta interpretación. No hay conversación directa con el público, lo que le ofrecemos es compartir nuestra experiencia sonora, pero también visual