Concha Monje: “Nos tendremos que acostumbrar a competir con la ‘creatividad’ de las máquinas”

La catedrática de robótica de la Universidad Carlos III Concha Monje ofreció una conferencia en Vigo

Concha Monje, durante su charla en la sede de Afundación.
Concha Monje, durante su charla en la sede de Afundación.

La investigadora en robótica y catedrática de la Universidad Carlos III Concha Monje ofreció ayer en la sede de Afundación una conferencia (enmarcada en el ciclo Educación Siglo XXI) para un grupo de escolares sobre los retos y oportunidades de la inteligencia artificial (IA).

La IA es uno de los temas de actualidad, sobre todo a nivel usuario. ¿Cree que se está desarrollando demasiado rápido?

Las habilidades de computación actuales de los ordenadores han permitido dar un salto mayor a lo que se venía haciendo tras décadas de estancamiento. Ahora, podemos recrear estas redes neuronales con los ordenadores actuales con muchas más capas, lo que llamamos el 'deep learning'. Esto podría traducirse en que ha evolucionado muy rápidamente. Pero también creo que tenemos una percepción un poco distorsionada del desarrollo de la IA por el hecho de llamarlo 'inteligencia'. Hay que matizarlo mucho, son aplicaciones que resuelven muchos problemas pero que en el fondo, a muchas de ellas no podrían llamárseles inteligentes. Además, su uso se ha democratizado muchísimo y su impacto es mucho mayor, por lo que los miedos alrededor de ella son también mayores.

Aunque la IA va mucho más allá de ello, se presta mucha más atención a sus aspectos negativos, como el caso del colegio de Extremadura. ¿Por qué cree que ocurre esto?

Pasa en parte porque a la sociedad lo que le gusta en general son las noticias morbosas. Abusamos en todos los medios, hasta en los más profesionales, de sesgar la información hacia lo negativo. Por otra parte, al haberse democratizado el acceso a estas aplicaciones, los usuarios no están preparados todavía para manejarlas. Y ya no hablo de inteligencias, sino simplemente de redes sociales. Nadie controla lo que se hace y dice ahí. Yo creo que hay que regular muchísimo estas aplicaciones y educar muchísimo a los usuarios, y las dos cosas fallan todavía.

A grandes rasgos, ¿en qué punto está la IA?

Ha demostrado sobradamente que es una herramienta súper potente, pero creo que todavía no somos capaces de vislumbrar su futuro. Ya ha dado el golpe sobre la mesa y nos ha hecho saltar a todos. Y eso está bien porque la vida evoluciona y no siempre tenemos el control de esa evolución, pero sí que tenemos la capacidad de reaccionar ante lo que nos pasa. No podemos prever qué va a pasar, pero debemos tener la capacidad para actuar y redirigir lo que no nos gusta.

¿Qué cree que se puede hacer para detener el mal uso de las inteligencias artificiales?

Donde yo creo que está el gran reto es en la educación. Hay que educar en valores. Al igual que no puedes coger una tijera para matar a una persona porque sabes que está mal, tenemos que interiorizar que no se puede hacer una foto a alguien, tergiversarla con una IA y difundirla por ahí. El problema es que esto no lo hemos aprendido y hay edades a las que todavía no podemos aprenderlo, muchas de las personas que están haciendo daño con las IA son jóvenes que acceden muy pronto al móvil y sin ningún tipo de limitación ni conciencia de qué está bien o mal. Los hogares, las familias y los entornos académicos tienen que dejar clarísimo qué supone utilizar estas herramientas y darles el acceso sólo cuando estén preparados para hacerlo.

Se ha especulado con la sustitución de seres humanos en trabajos creativos y artísticos con las IA. ¿Cree que puede llegar a ocurrir?

Ya se ha visto que sí. Hay aplicaciones como DALL-E a las que les puedes pedir que te dibuje una escena con lo que tú quieras y te ofrece un dibujo muy fiel a ello. Antes eso se lo contratabas a un dibujante. Podríamos debatir hasta el infinito de si eso es creativo o no, pero denota una cierta creatividad y, en cualquier caso, habrá personas que admiren y valoren esa creación tanto o incluso más que las de los humanos. Al final, lo que uno tendrá que saber es si esa creación está hecha por una máquina o por un humano. Nos tendremos que acostumbrar a competir con la ‘creatividad’ de las máquinas.

También habló de robótica en esta conferencia. ¿En qué momento se encuentra en relación con la IA?

La robótica ahora mismo tiene un freno más evidente que la IA: los materiales constitutivos de los robots en sus actuadores y sensores. Esa tecnología tiene unos tiempos más lentos. Hasta que desarrollas un material y ves que integrado en un robot puede tener más ventajas, hay unos plazos mucho más estrictos.

¿Cómo ve el futuro? ¿Cree que se podrán desarrollar de modo ético estas tecnologías?

Yo creo que vamos a pasar por momentos críticos por la misma razón que pasamos por momentos críticos en las relaciones humanas. Ahora hay un elemento más en estas relaciones, que es la tecnología y que hay que regularlo. Creo que hay un afán por hacerlo y dialogar, y ahí tenemos mucho que decir los investigadores. Acercar la realidad a la sociedad es fundamental, y cuanta más divulgación y concienciación haya, más diálogo habrá y podríamos buscar caminos confluyentes hacia una relación máquina-humano llevadera.

Contenido patrocinado

stats