El Concello de Vigo bajará la velocidad en grandes vías para reducir el ruido

El Concello plantea reducir los límites de velocidad en grandes calles y viales como parte de su estrategia para disminuir la contaminación acústica. El alcalde Abel Caballero señaló particularmente a la Gran Vía, que actualmente está limitada a 50 kilómetros por hora; Arquitecto Antonio Palacios, a 70; y la VG-20, que presenta distintos tramos con velocidades que alcanzan los 120 en las inmediaciones de Navia. Además, en las zonas de bajas emisiones, el límite será de 20 kilómetros por hora. “Hay que disminuir la velocidad para producir menos ruido”, aseguró el regidor.

Estas medidas se enmarcan en la revisión del Plan de Acción contra el Ruido que el Concello pondrá a exposición pública en los próximos días. El documento, una vez publicado en el Boletín de la Provincia, abrirá un plazo de un mes para la presentación de alegaciones antes de su aprobación definitiva. Además de la reducción de velocidad, el plan incluye la aplicación de asfaltado acústico en numerosas calles y la continuación de las peatonalizaciones.

El plan prevé una inversión que superará los 100 millones de euros en los próximos cinco años, destinados principalmente a nuevas humanizaciones, actuaciones del programa Vigo Vertical y otras obras que permitirán reducir el impacto sonoro. “Partimos de 26 millones, pero nos vamos a ir a más de 100 previsibles en este momento y, seguramente, más también para humanizaciones”, señaló Caballero.

El alcalde recordó que entre 2008 y 2012 se invirtieron 75 millones de euros en 80 actuaciones para mejorar el confort acústico, y que entre 2013 y 2024 se destinaron otros 100 millones a 170 intervenciones, como ampliaciones de aceras, reasfaltados o instalación de pavimentos que reducen el ruido.

El plan incluye además medidas a medio y largo plazo, como restricciones de la circulación de vehículos pesados y la mejora de la señalización en áreas con alta densidad de tráfico. Caballero también destacó la remodelación de la Avenida de Madrid como “un ejemplo importante de reducción de ruidos en la ciudad, con prioridad para los peatones y espacios informativos sobre movilidad”.

Según el alcalde, aproximadamente la mitad de la población de Vigo se beneficiará de una disminución significativa del nivel acústico. “Queremos una ciudad más sostenible, más habitable y más accesible”, afirmó.