Comerciantes de Vigo alertan del cierre de negocios por falta de relevo

El sector no atrae a los jóvenes ante la situación límite por la pandemia y el encarecimiento de los costes, provocando el cierre de locales por la jubilación de los dueños

Matilde Refojos lleva casi 45 años trabajando en la Floristería Iris de Teis y ahora busca relevo.
Matilde Refojos lleva casi 45 años trabajando en la Floristería Iris de Teis y ahora busca relevo.

El comercio de Vigo atraviesa una situación extremadamente complicada, tras empezar a recuperarse del impacto de la crisis del covid ahora se ve asfixiado por el encarecimiento de los costes acentuado por la guerra en Ucrania. Pero a este contexto se suma otro problema que cada vez cobra una mayor relevancia, la falta de relevo generacional, que en muchas ocasiones empieza a provocar ya el cierre de negocios.

“La media de edad de los propietarios del pequeño comercio en Vigo ronda los 50 años, en los próximos 10 años muchos de ellos se van a jubilar”, asegura Roberto Giráldez, presidente de Vigo Comercio. Ante esta situación, reconoce que la falta de relevo es “uno de los grandes problemas del sector”, ya que muchos negocios “se ven obligados a cerrar no porque les vaya mal económicamente, sino porque nadie se hace cargo de ellos una vez se jubila su propietario”.

Este podría ser el caso de Matilde Refojos, una viguesa de 71 años que lleva casi 45 de ellos trabajando como comerciante en la Floristería Iris, en Teis. “No tengo hijos y estoy esperando a vender el local, pero por el momento no he encontrado a nadie que se haga cargo de él”. Refojos reconoce que “la situación no es buena” y destaca que “a la gente joven no le dan muchas opciones los bancos, algunos son emprendedores y vinieron a ver el local, pero para comprarlo es un poco problemático”. Reconoce que le da pena dejarlo, “es una cosa que me gusta y se lleva dentro”, pero también asegura que “ya es momento para empezar a descansar”, por lo que confía en que alguien tome el relevo en su negocio.

El responsable de la Federación de Comercio de la provincia, Iván Iglesias, señala que detrás de esta situación influyen varios factores. “El primero de ellos es que el pequeño comercio lleva ya muchos años compitiendo con las grandes superficies y ahora también con la venta online, en segundo lugar estaría también que es muy esclavo de horarios de lunes a sábado en los que no sabes cuándo vas a salir y que cada vez atraen menos a los jóvenes”, explica.

Se trata de un contexto que ya provocaba que esta situación se empezara a producir hace años, pero que ahora se ha visto agravado tras la pandemia. “La situación económica actual no ayuda a que ningún padre o madre anime a sus hijos a seguir con el negocio”, afirma Giráldez. Por su parte, Iglesias punta que estos dos años de pandemia “nos han castigado de una forma brutal”, por lo que “los hijos de los comerciantes que se jubilan ven que hay no hay grandes incentivos para continuar”. Desde la Federación de Comercio aseguran que más de un 10% de los negocios de la provincia cerró desde la llegada del covid.

A su vez, desde Vigo Comercio destacan que esta ausencia de renovación frena también la modernización del comercio. “Los casos en los que los hijos siguen los negocios familiares acostumbran a darle vuelta importante, pasamos de comercios con la forma de vender de toda la vida y anotando en una libreta a emplear plataformas de marketplace, páginas web e implementando el servicio a domicilio”, explica Giráldez.

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