Comenzaron las obras para ubicar en el Casco Vello de Vigo el Registro Civil

La Xunta ha iniciado ya las obras de adaptación del edificio que albergará el Registro Civil, en la calle San Sebastián. Los trabajos eran imprescindibles antes de llevarse a cabo la mudanza de las instalaciones actuales en el edificio viejo de los juzgados de la calle Lalín. El traslado estaba previsto inicialmente en junio pasado, pero fue necesario consensuar un proyecto de reforma que se adecuara a las necesidades del Registro Civil, lo que retrasó el calendario a finales de año. La magistrada y la letrada de la Administración de Justicia visitaron con los técnicos hace meses el inmueble, que permanecía vacío y cerrado tras la marcha de la Oficina de Notificaciones y Embargos a la Cidade da Xustiza.

Después de presentarse varios proyectos de reforma, el último hace apenas un mes, finalmente se dio el visto bueno a las obras.

Estos trabajos comienzan a agilizarse, ya que, según el cronograma previsto para el nuevo plan en la calle Lalín, el Registro Civil debe estar fuera de allí antes de primavera, que es el plazo establecido para la licitación de las obras del futuro centro de asociacionismo, tal y como anunciaba la delegada de la Xunta en Vigo, tras firmar el pasado día 20 el contrato de proyecto de construcción.

Los obreros comenzaron esta semana a modificar el interior del edificio del Casco Vello. La intención es reorganizar el espacio para acoger a los cerca de veinte trabajadores de este órgano, adaptar la sala de bodas y preparar la zona de archivo, el asunto más complejo. De hecho, este inmueble contará con el local de la calle Abeleira Menéndez, que fue adquirido hace años como un anexo a lo que iba a ser el Registro Civil, pero que no pudo conectarse por impedimentos urbanísticos.

El traslado se hace cada vez más urgente por la situación en la que se encuentra la edificación de la calle Lalín, inaugurado en 1987 y que presenta un importante deterioro, con goteras y grietas entre otros problemas. Solamente los funcionarios, la magistrada y letrada judicial y el servicio de seguridad permanecen en la planta baja del inmueble, de cinco pisos, vacío desde la marcha del resto de juzgados y servicios al “pirulí” de Padre Feijóo. Permanece allí también el archivo y los libros que no han sido digitalizados y que ocupan un importante espacio al que habrá que dar cabida en las instalaciones del Casco Vello.