El clan de los Balcanes, tras el alijo de ‘coca’ que entró por Vigo

La intervención histórica de once toneladas de cocaína en contenedores marítimos en dos operaciones, una a través del puerto de Vigo y desarrollada en Cambre y la otra en Valencia ha confirmado para la Policía Nacional y la Agencia Tributaria el "mercado al alza" que supone el tráfico con estupefacientes de organizaciones criminales del cártel de los Balcanes, principalmente de origen albanés que controlan la distribución en Europa desde países como Colombia y Ecuador.

Agentes de la Policía y la Agencia Tributaria dieron cuenta ayer en el Complejo Policial de Canillas de estas dos últimas operaciones que culminaron con la detención de 20 personas que integraban dos organizaciones lideradas por albaneses, con apoyo de otros ciudadanos de nacionalidad española, colombiana y dominicana.

El macroalijo que llegó a través del puerto de Vigo y que fue trasladado en camión hasta una empresa de Cambre, constaba de 7,5 toneladas de cocaína oculta entre lomos de atún congelado, tratándose de la mayor aprehensión llevaba a cabo en Galicia y cuyo valor en el mercado negro podría rondar los 200 millones de euros. Para ello jugó un rol clave un empresario de origen coruñés que estaba bajo vigilancia desde 2019 y que pretendía encubrir la droga en un voluminoso flujo de contenedores por vía marítima.

Las sospechas comenzaron a raíz de los comentarios en redes sobre los precios tan bajos a los que esta empresa vendía la pesca y el marisco congelados, que además se dedicaba a la compra y venta de fincas rústicas y urbanas y edificaciones y construcciones en general y que compartía su sede social con otras empresas del entramado familiar.Los investigadores monitorizaron durante meses la actividad de la empresa, detectando envíos similares que no tenían otro objetivo que demostrar una pretendida actividad lícita que encubriera el transporte de cocaína. A pesar de que varios contenedores fueron inspeccionados con anterioridad en el puerto durante este año, la confianza de la organización criminal hizo contaminar uno de ellos con el mayor alijo jamás incautado en Galicia.

El control sobre los envíos sospechosos y el apoyo de la Fiscalía Especial del Campo de Gibraltar permitió solicitar la apertura de diligencias para poder determinar el destino final de la droga. De esta manera se pudo comprobar que la organización trasladaba los contenedores al Puerto de Algeciras para posteriormente enviarlos hasta el puerto de Vigo, lugar en el que se pudo detectar dos de ellos, siendo uno el que transportaba íntegramente la droga en su interior, momento en el que se llevó a cabo la detención de todo el personal que se encontraba en la nave, donde se estaba llevando la descarga. Los 7.500 kilogramos venían ocultos e iban distribuidos en paquetes marcados con cuatro logotipos diferentes con los que pretendían identificar las diferentes organizaciones criminales que debían recibir el alijo.