Católicos y no creyentes se dividen al 50 por ciento en Vigo
Disminuye el número de vigueses que se sienten religiosos, según el CIS, y apenas el 18 por ciento asegura que acude a misa todos los domingos
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mitad de los vigueses se consideran católicos mientras que la otra mitad de los ciudadanos son ateos, agnósticos o indiferentes ante cualquier religión. Nada que ver con lo que pasaba hace apenas 25 o 30 años, donde el 80 por ciento se declaraba cristiano, prueba del avance imparable del laicismo. A día de hoy, un equilibrio casi perfecto entre los dos lados de la “frontera”.
El CIS realiza un cálculo más preciso, y así concluye que el 17,8 por ciento de los vigueses son católicos practicantes y otro 31,2 no practicantes, en ambos casos creyentes. En el otro extremo, el 16 por ciento se define como agnóstico, es decir, que no descartan la existencia de Dios, pero se mantienen al margen, otro 16,1 es indiferente con las religiones, aunque se identifica como no creyente, y finalmente el 17,7 se declaran abiertamente ateos y, por tanto, niegan firmemente toda trascendencia.
También preguntó el CIS a los vigueses sobre su asistencia a actos religiosos más allá de los que se consideran puramente sociales, como bodas, primeras comuniones o bautizos, y el resultado prácticamente coincide con el anterior: el 48 por ciento de los encuestados reconoció que va de forma esporádica o regular a misa y otros oficios católicos. En concreto, el 19,2 por ciento reconoce acudir varias veces al año, casi el 10 por ciento lo hace dos o tres veces al mes y el 17,7 va todos los domingos y festivos. Incluso hay un 2,5 por ciento que asegura que lo hace varias veces a la semana. En el otro extremo, el 31,6 por ciento respondió al cuestionario que nunca pisa una iglesia y otro 18 por ciento casi nunca.
Por tanto, mitad y mitad a día de hoy, según el trabajo sociológico realizado por el CIS dentro de su estudio sobre tendencias y demandas municipales en Vigo, realizado el pasado mes de marzo como en otras de las principales ciudades españolas. En el mismo estudio el centro que dirige el controvertido Tezanos también realizó un sondeo sobre las preferencias electorales de cara a las elecciones locales de dentro de dos años.
Más llamativo es que al interrogar el CIS por los grupos sociales, entre las personas que respondieron al cuestionario se colocaron una parte muy importante en los estratos más bajos. En concreto, el 21 por ciento se considera pobre y el 13,4 trabajador, obrero o “proletario”. No obstante, el colectivo donde los vigueses se agrupan con más facilidad es la clase media-media, con casi el 40 por ciento. Apenas el 3,1 por ciento se define de la clase alta o media alta.
También en toda España
El fenómeno es global: desde el inicio del siglo XXI, los católicos han pasado de representar un 84,7% a un 61,4% de la sociedad española. En el caso de las personas creyentes de otras confesiones religiosas, esta cifra ha pasado de representar el 1% al 3% de la población. Los no creyentes y ateos han pasado del 9% y 4% respectivamente, al 21% y al 13% de la población. Aunque desde 2019 el CIS ofrece las categorías de católico practicante, no practicante, creyente de otra religión, agnóstico, ateo (niegan la existencia de Dios), se utiliza la categorización menos desagregada para apreciar la tendencia.
En el caso de Vigo, apenas el 0,6 por ciento se declara creyente de otra religión distinta de la católica, englobando otras de las múltiples fes cristianas existentes o musulmanes, que disponen incluso de una mezquita.
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