Episodios vigueses
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El Castillo de San Sebastián es poco visible, semiescondido tras el edificio del Ayuntamiento, e incluso desconocido para algunos de los vigueses más jóvenes que nunca lo llegaron a ver intacto. Con todo, podría recuperar parte de su protagonismo en el centro de Vigo. El proyecto elegido por los técnicos del Concello para reformar la sede municipal en Praza do Rei incorpora una nueva entrada a través del recinto histórico, con el objetivo de devolverle protagonismo a un espacio cada vez más habitual en los recorridos turísticos del centro para los visitantes.
Levantado a mediados del siglo XVII para reforzar la defensa de la ciudad, el Castillo formaba parte de un sistema fortificado junto con la muralla y la fortaleza de O Castro. Ambos recintos llegaron a estar unidos por un parque continuo que coronaba el centro urbano, una imagen recogida en el Archivo municipal en fotografías históricas. Aquella conexión desapareció con la construcción del actual ayuntamiento en los años 70, cuando se demolió buena parte de la estructura original. Hoy solo se conservan algunos muros en el lado norte, dos garitas y una entrada, en un espacio difícil de ver desde las calles del entorno, oculto por el propio ayuntamiento.
La reforma planteada ahora por el Concello, con un presupuesto aproximado de 8,3 millones de euros, para la transformación estética del edificio consistorial con una cubierta acristalada incluye la apertura de un nuevo acceso desde el entorno del castillo. La actuación, pendiente aún de la adjudicación definitiva, busca integrar parcialmente el recinto histórico en el funcionamiento del inmueble municipal, aunque no permitiría reconstruirlo ni recuperar el parque que lo conectaba con O Castro de forma continua.
Esa opción sí estaba presente en cierta medida en proyectos anteriores, como el que en 2009 diseñó el arquitecto Rafael Moneo a petición del Concello. Su propuesta pasaba por demoler el actual ayuntamiento y levantar un edificio de menor altura, más horizontal, que permitiera liberar la vista hacia los restos del castillo y reorganizar el parque en torno a ambos recintos con una Praza do Rei más verde. Aquel proyecto, cifrado en 60 millones de euros, fue aplazado y finalmente archivado por la difícil coyuntura económica derivada de la crisis financiera.
Ahora, esta nueva intervención de menor escala, retoma parcialmente la idea de recuperar el Castillo de San Sebastián como pieza urbana más visible y accesible. Sin embargo, no prevé la restitución del conjunto paisajístico que, hasta hace medio siglo, unía dos de los principales elementos defensivos de la ciudad.
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