El Casco Vello de Vigo, un barrio que dio un cambio radical

La nueva vieja ciudad

Voces autorizadas del Casco Vello celebran la rápida transformación del centro histórico de Vigo 

La Rúa Cesteiros, la última gremial. Solo queda un negocio.
La Rúa Cesteiros, la última gremial. Solo queda un negocio.

Un cuarto de siglo fue suficiente para que un barrio descuidado y casi abandonado por las instituciones a pesar de ser el centro histórico de la ciudad se convirtiese de nuevo en uno de los emblemas de Vigo. Las rehabilitaciones urbanísticas impulsadas por el Consorcio del Casco Vello de Vigo atrajeron a vecinos y negocios y nuevos vecinos a esta zona, que luce de bote en bote en las fiestas más importantes de la ciudad como la Reconquista, la Semana Santa e incluso la Navidad. Voces autorizadas del barrio como Fiz Axeitos, Itos Domínguez o Juanjo Figueroa celebran esta transformación y abogan por continuar por esta senda, coincidiendo los tres en la importancia de “hacer barrio” y en promover las celebraciones y eventos culturales en las históricas calles del Casco Vello para continuar insuflando vida a una zona que antes del cambio de siglo llegó a ser incluso marginal.

“Si no fuera por el Consorcio, el barrio estaría hecho un asco”

Vecina histórica del barrio, propietaria del “Plaff” y presidenta de la Asociación de Hosteleros del Casco Vello durante más de veinte años, Itos Domínguez afirma con rotundidad que “el cambio total impulsado por el Consorcio tiró de este barrio, si no fuera por este proyecto estaría hecho un asco”. Señala que, a consecuencia de esto, “vienen muchísimos jóvenes preguntando por cómo pueden venirse a vivir aquí y cada vez que ponen un piso en alquiler en pocas horas ya está cogido”.

Sin embargo, Itos lamenta que esta demanda de viviendas el barrio no es capaz de absorberla “por culpa de la lacra de los pisos vacacionales”. Aunque la histórica hostelera del Casco Vello no tiene claro cuántas de estas viviendas hay en el barrio, asegura que “en invierno se nota porque se queda medio vacío y es una pena porque hay que fomentar la vida en el barrio, si no los comercios de la zona se pueden ir a pique. El Casco Vello tiene una identidad y sería terrible que se perdiera”.

“Hace quince años el ambiente era totalmente diferente”

El actual presidente de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros del Casco Vello, Juanjo Figueroa, apenas lleva 15 años instalado en el centro histórico de la ciudad con su ‘Lume de Carozo’, pero indica que “cuando abrí el local el ambiente era completamente diferente al que hay ahora”, por lo que la transformación del barrio con más historia de Vigo fue muy rápida. “Antes había mucha menos gente, estaba más abandonado e incluso no tan limpio, y había muchos toxicómanos en la zona que poco a poco se fueron desplazando. Ahora está lleno de hostelería y comercio que atrae a clientes que vienen buscando todo esto”. Así, celebra la transformación radical de la zona y espera que esta vaya a más, sobre todo en lo que respecta a la actividad cultural: “Ya se hacen varios eventos, como la Reconquista u otras fiestas, pero tenemos que darle un plus para que el Casco Vello sea el abanderado de la cultura que siempre se ha respirado en Vigo, a modo de escaparate”.

“Aún queda mucho por hacer”

Axeitos, en su calidad de fundador de la comparsa Os Tarteiras, la más “enxebre” de Vigo, reconoce que las mejoras en la rehabilitación de viviendas se notan. Y que el barrio histórico tiene una imagen mucho mejor. No obstante, coincide con otras entidades en que hay un problema creciente con el turismo con las viviendas vacacionales, cada vez más. “El consorcio ha rehabilitado muchos edificios, pero algunos son para organismos públicos y otros para pisos turísticos y así no vamos a ganar población, como mucho la podremos mantener”, señala. Axeitos, con todo, es optimista ante la mejora sustancial del entorno, visible tanto en la parte baja como sobre todo en la alta, en la antigua Ferrería, “aunque todavía queda mucho por hacer”.

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