El Casco Vello se revitaliza con el estreno de cuatro negocios

La calle Abeleira Menéndez, ubicada en la parte alta del Casco Vello vigués, cerró definitivamente el último prostíbulo de la zona hace escasos meses (cuyo edificio, ahora reformado, está en venta) y desde entonces, gracias a las ayudas del Consorcio del Casco Vello, hasta cuatro negocios se han instalado para darle una nueva vida al pequeño tramo que transcurre entre la Pinacoteca y el cruce con la calle Placer; un lugar con un constante trasiego de turistas pero que se labró una mala fama en el pasado debido a la prostitución.

Los esfuerzos para revitalizar esta zona vienen ya de lejos y concluyeron en los últimos meses con la concesión de estos locales para abrir diversos negocios. En este caso, se trata de una panadería, una tienda de ‘ecoprint’, las oficinas de una productora audiovisual y una academia de cómic que abrirá mañana.

Todo ello ha despertado reacciones más que positivas en los vecinos de la zona, cansados de que una calle tan emblemática y céntrica contase con el estigma de la prostitución, lo cual acababa generando problemas, en especial con la clientela de estos prostíbulos. Eso sí, como recalca María del Carmen, que se crió en este barrio, “ellas no molestaban a nadie”, pero la vecinanza era más que consciente de la imagen que generaba su presencia y los inevitables conflictos que estos locales llevaban consigo.

Ahora, esta calle parece otra. Así lo indica la propia María del Carmen, a quien le parece “estupendo” el trabajo de rehabilitación llevado a cabo en Abeleira Menéndez en los últimos años. “De toda la vida, esta calle tenía esa mala fama y ahora vemos que mucha gente joven quiere venir a vivir aquí”, añade. Un cambio radical que los residentes agradecen tras muchos años de lucha contra estos negocios.

Ayer mismo, uno de estos cuatro nuevos negocios del tramo entre la Pinacoteca y el cruce con la calle Placer abría sus puertas al público por primera vez. Se trata de ‘Las flores de Greta’, una tienda de ‘ecoprint’ (una técnica tintórea que utiliza los pigmentos de distintas flores para estampar tejidos) que según Uxía, una de sus socias –y que además vive en la zona–, ha tenido una muy buena acogida entre sus vecinos: “Se acercan mucho a preguntar y hemos notado mucho interés en la gente que pasa por aquí”.

Ellas tenían claro que ese tenía que ser su local. “Nos parece una zona preciosa y que tiene mucho potencial, por lo que cuando sacaron a concurso estos bajos quisimos estar aquí”, explica Uxía desde el mostrador de ‘Las flores de Greta’ en el que espera el comienzo de una gran aventura empresarial.